Pude haber quedado con la cara desfigurada, descalabrada, tetrapléjica, en silla de ruedas, estéril. Pude haber muerto. Pero absolutamente nada de lo anterior sucedió. Y por ello ya di gracias a Diosa Madre Naturaleza. Agradezco también la infinita bondad de quienes me acompañaron en el hospital.
Agradezco a María, enfermera que me sacó una risita cuando me preguntó, para llenar un formulario, que si vivía con mi esposo, a lo que respondí que sí, y un par de preguntas después me preguntó por mi estado civil.
Agradezco a Félix, que me contó que era de Magdalena y que hay muchos casos de embarazos en adolescentes en El Pitillal, además de atenderme con diligencia y paciencia.
Agradezco a Luis, el camillero que evadía mi mirada cada vez que me transportaba de mi cuarto al salón de rayos x y al de resonancia magnética, con esmerado cuidado.
Agradezco al radiólogo que me hizo los estudios para saber si tenía cosas invisibles y terribles escondidas bajo mi piel, por cuyo nombre no pregunté porque sus miradas lascivas no me cayeron en gracia (quizás me vio las nalgas entre la bata y se le antojaron).
Agradezco al traumatólogo Martínez que me preguntaba cosas e interrumpía mis respuestas, pero que terminó burlándose de sí mismo en sus shorts de domingo y del hecho de que quiere operarse de los ojos para ponerse unos Ray-Ban chingones para manejar (me preguntó, en corto, cuándo había sido operada de la vista y qué tal me fue; cuando le iba a responder me interrumpió también, por lo que asumo que sólo quería vacilar). Me explicó con claridad qué tenía (sangre por fuera del cráneo, un golpazo en los músculos lumbares y un raspón en el muslo), cómo me tenía que tomar la medicina y por qué me presionaba algunas zonas de mi cuerpo.
Agradezco, por último, a Jairo, que me sacó del hospital casi cuatro horas después de llegar, agotada y en silla de ruedas.
Gracias, principalmente, a mi esposo, a su hijo y a su mamá, por acompañarme y esperar con paciencia en el hospital.
Aquí sigo. Cambio y fuera.
1 comentario:
Ostras, veo que estás bien, aunque tullida y en cama. Gracias a ti también por ver la parte positiva.
Besos.
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