domingo, 23 de noviembre de 2008

Se quejaron de que ya no he escrito y pues héme aquí

Pos que dizque sí, pos que dizque no
(mop, lo anterior no quiere decir nada, nomás que se oye bien mexicanote y me dio la gana ponerlo, como si estuviera en septiembre)
Por fin están terminando los finales, pero me llevan entre las patas...
1. Yo hice en menos de una semana lo que el resto de mis compañeros hicieron en, más o menos, dos meses: unas tablas aburridas y un libro infernal sobre la historia de los medios en mexico para la clase de historia y estructura de los sistemas de comunicación, con fernando cornejo. Nunca me había estresado tanto; nunca le había echado tantas ganas a un final. Y ayer que terminé, tuve un orgasmo moral. Autopalmaditas para mí. (Ahora debo esperar mi calificación...)
2. Normalmente me sobreviene una crisis en los finales: tanta tensión me provoca desórdenes espirituales y me salgo de mi equilibrio y de mi centro kármico y esas cosas... PERO esta vez está muy cabrona, la mentada crisis. Las lecturas de la clase de Comunicación y cultura han traído consigo un terremoto personal y todo aquello en lo que basaba mi vida se ha estado tambaleando... ¡¡¡¡¡¡¡¡Pánico total!!!!!!!!!! Que no tengo compromiso hacia (casi) nada, ni disciplina, ni me esfuerzo ni nada de nada... En fin, muchas cosas que ustedes no están pa' saber y yo pa' contar... El caso es que me está cargando el chahuistle moral.
4. Por más que ya "se están acabando los finales" nomás no terminan de acabarse. ¡¡¡Ya!!! I had enough!!! Me voy a ir de retiro espiritual a la India (es mentira, pero estaría buenísimo...).

lunes, 3 de noviembre de 2008

Muchas, muuuchas cosas por decir

Ash, pues ha pasado mucho tiempo desde que no posteo nada entonces tengo hartísimas ganas acumuladas (de escribir).

Primero, quiero declarar públicamente que creo que cagar en baños públicos está cabrón. Llegas muy mona al baño, viéndote el culo (si es posible) en lo que caminas hacia la puerta de un baño desocupado. Entras. Tienes tantísimas ganas de cagar, que sientes que no vas a alcanzar a bajarte los pantalones (o subirte la falda/vestido). Crees que no hay nadie. Y en eso se oye un pequeño ruidito a unas puertas. Está todo silencioso. Sólo tú y aquella otra que no sabes quién es pero incluso existe la posibilidad de que la conozcas (o de que nunca la vuelvas a ver, también). Ambas quieren cagar. No se oye el chorrito de pipí ni NINGÚN otro ruido. Silencio total y el conocimiento que tienen ambas de que la otra intrusa está ahí. Quieres echarte un pedo, al menos para empezar a "desahogarte". No puedes. Qué pena. Qué puta incomodidad. No mames. Es casi como si te lo aventaras en su cara. Ella no se va. Tú también te rehusas (sabes perfectamente que si no cagas en ese momento vas a tener retortijones al rato). Te agachas por abajo de las puertas que separan unos baños de otros y ves que tiene tacones. Rojos. Y está perfectamente depilada. Y piensas: ¿o sea que las fresas/fashion/glamurosas también cagan? Y acto seguido vuelves a pensar: Ojalá se tirara un pedo, así no habría duda. Pero la perra no se lo echa. Y tú tampoco. Y el silencio reina. Y ambas saben que quieren algo que no pueden conseguir hasta que la otra se vaya O hasta que una de las dos decida romper el código-no-escrito-de-la-verguenza-en-los-baños-que-dice-algo-así-
como-¿cómo un desconocido me va a oír cagando o pedorreándome, aunque me traiga placer? Me caga cagar en baños públicos. Es más: casi nunca lo logro.

Segundo, me quiero pronunciar en contra de lo kitsch. (Argghh, hasta la palabra me caga)
Me parece que a un grupito de gente fresona, snob y aburrida se le ocurrió un día pasar por un barrio popular "a ver qué" y se encontraron con que la gente "humilde" tiene unos símbolos "bien padres y chistosos", como jesusescristos con luces de neón y manteles de plástico con mamadas varias impresas. Y dijeron "qué suave, como dijo Karl Laggerfeld, 'parecer pobre es fashion'" y entonces impusieron una moda llamada Kitsch. Top machín ASH. Esta gente trata de ser irreverente e ir en contra de lo convencional y adornan sus restaurantes y a sí mismos con cosas que normalmente diríamos sin pudor alguno "qué mamada, eso está harto naquísimo" o "creo que la tela del vestido de esa morra es igual que un mantel de mi abuelita pueblerina", pero no hacen nada más que apropiar ciertos símbolos que tienen cierto sentido en cierto contexto para recontextualizarlos y resignificarlos. Creo que es una moda de fresas aburridos con sus ropas tommy. Por cierto, si quieren ir a un restaurante Kitsch que está muy chido (es que ellos lo adornaron de veras bien padre, no es una mamada cliché) vayan a Prado 85, casi esquina con Vallarta (así se llama el restaurante y así es el domicilio). Se come rico y está kitsch pero buena onda. (Jaj, soy un poquito bien cínica.)

Tercero, tengo poca estimación por los frees, su dinámica y lo que representan. El amor implica compromiso y es la búsqueda, quizá inconciente, de lo eterno, de plasmar nuestra alma en algo perdurable, de no ser olvidados y por tanto muertos. Los frees son sólo un acuerdo tácito de satisfacer únicamente necesidades sexuales, que aunque muchas veces no lo quieran admitir, van íntimamente ligadas con las emocionales. Es decir, los que juegan ese juego de los frees lo hacen porque quieren apaciguar la flama de los sentimientos no explotados o correspondidos y no esperan llegar a ningún lado con ello. Es algo esencialmente pasajero, efímero, momentáneo, espontáneo (con todas sus ventajas, por supuesto). Estoy (casi) convencida de que si una persona va de free en free eventualmente terminará por sentirse vacía. Creo que los frees son gente cobarde, que teme caer de espaldas con los ojos vendados (como caen los verdaderos amantes) y, por tratar de no invertir y por tanto perder, pasan el tiempo y la vida en un standby emocional, en un letargo maquillado de diversión y libido.

Cuarto, tengo miedo. He visto ya varias veces un espectacular en las calles de la perla tapatía que anuncian al Partido Verde Ecologista prometiendo pena de muerte a los violadores y secuestradores (creo) si vota la población por ellos (los partidistas verdes ecologistas). NO MAMES. La crisis económica, financiera y productiva se nos echó irremediablemente encima; los compatriotas inmigrados en EUA se están regresando y aquí sólo representarán población desocupada, que únicamente se sumará a los próximos desempleados que la crisis traerá consigo. Evidentemente, los índices de criminalidad aumentarán (porque más gente tendrá menos que comer) y la población entrará en un estado de paranoia y miedo irracional. Y el miedo es MUY CABRÓN. ¿Tienes un partido que te ofrece matar a todo aquel que te joda? Por supuesto que accedes (recordemos que el miedo inhibe la capacidad de reflexión crítica y profunda). Y la crisis se agrava, porque no sólo es económica sino social (en el sentido de que se desintegran las comunidades y la potencial confianza en el otro se quiebra). Además, pinches cínicos hijos de su absurda madre: ¿son ecologistas pero matan gente? Métanse a la RAE y vean el significado de Ecologismo, después me hacen el mandado y al final un masaje en los pies.