lunes, 29 de diciembre de 2008

Todos se están poniendo sentimentaloides y dije "pos qué chingados, yo también"

(Nota introductoria entreparentésica: me voy mañana a Vallarta y vuelvo tentativamente el próximo lunes... extráñenme mucho... yo lo haré... no leer sus blogs y sus comentarios será toda una pena... Por cierto, no me manden mensajes de Feliz año nuevo y la madre del muerto porque me dan vértigo... y el 76.4% del tiempo no tengo señal en Vallarta. Ay, los amo. Odio los adioses. -Pañuelito que se agita en el andén.)

Oquei, aquí una crónica de la pastorela 2009, a petición de la recién declara fan de mi blog: la prima Lucy.
El primer ensayo para la pastorela fue el día 23 a las 11am. En realidad empezó a las 11:45 y sólo estábamos la mitad de los primos (es que ya todos son gente grande e importante que gana dinero y tienen novioses y noviosas a quienes atender y besuquear). Acabó como a las 12:30. (No se confundan, no es que seamos bien rápidos, chingones y eficaces... somos amateurs e improvisados.)
Segundo ensayo: 7pm del día 24. (La pastorela iba a empezar a las 8pm.) Mitch y yo llegamos a las 7:45pm. Faltaba el primo Nene (no, no le molesta el apodo, aunque tiene como treinta mil años y trabaja en la cárcel... pero no es carcelero, no, señor. Además es el primo más chistoso de la familia de la Rosa... aunque ahí se las da con mi hermano y el primo Chuy.) que porque dizque andaba recogiendo a la noviosa. Total que el ensayo empezó como a las... ¡NUNCA! Ya NO hubo ensayo...
La pastorela empezó a las 9pm. (Mi hermano se aprendió en trés décimas de segundo sus diálogos, porque ni siquiera se había molestado en leer la pastorela, que como todos los años mi prima Lucy se esforzó en buscar, modificar y hacernos llegar a nuestras bandejas de entrada.) Estaba la mayoría de los tíos sentados en sillas de plástico (sí, Cheshvan, en las sillas de plástico como aquella donde te rompiste la jeta en La Paz) esperando excitadísimos el chou.
Pues que salen las primas Gloria y Areli (las más flacas de la familia, junto con Marisol... chispas, qué envidia...) haciendo malvadeses (pues porque eran las diablas mayores, pues). Y el público (o sea, nuestros papases): jijijí, jajajá. Luego salen las diablas secuaces (que son Lucy y Danya) y el público seguía riéndose.
Después los pastoros (o sea, Mitch, Nene y yo).
Yo, como chafapastora, me la pasé casi todo el "montaje" detrás de bambalinas con un picor en la cola por la emoción de que "¿a quihoras me toca?" "ay, ¡¿qué es lo que tenía qué decir?!" etc etc
Y pues pa' que les cuento más... ya se la saben, ¿no? Que el diablo viola al arcángel Gabriel y luego se le avientan vísceras de pavo a los asistentes... Mentiras, mentiras... Pues los chamucos tratan de engañar a los pastores y estos al principio se la creen, luego sale chingonGabriel y nos reorienta y también nos la creemos, y luego dicen los Satanes "chín" y Gabriel "yes!" y se acaba la pastorela =)
Muchos aplausos, fotos (que aún no subiré) y al final de todo... el habitual baile familiar, donde los actores sacan a los asistentes (o sea, a nuestros papases) para mover el bote y eso... Muy páique todo, pa' que es más que la verdá.

Como segundo punto de este post... la historia de uno de mis tantos (ay sí, ay sí, era bien asediada) amores de pubertad: Angel y Federico (la neta no me acuerdo de su nombre, pero me acuerdo que empieza con Fe, entonces pos Federico).
Por orden sería Federico y Angel. Resulta que en primero de prepa (¡ay, no fue hace tanto!) yo le gusté al mentado Fede. Quién sabe por qué. El caso es que en todos los recreos llegaba a manosearme los hombros y el cabello y la cara y yo siempre con una sonrisa pintada en la cara de esas que están gritando: "wey, qué asco, quítate a la chingada (pero soy tan amable y pusilánime que no te lo digo y me limito a sonreír y fruncir el ceño para demostrarte, sutilmente, que estoy PINCHE INCOMODÍSIMA)". En fin, el vatito nunca captó mi sonrisa y mi ceño fruncido. Miles de indirectas en el msn. De repente, un día, una de las "populares" (mi preparatoria era TAN de fresas de rancho que se dividía en populares y rechazados... adivinen de qué bando yo era...) me empezó a echar carrilla: "Ay, Saaaraaaa (con esa voz de chinga-quedito que hacen las fresas mamonas populares hot que saben que lo tienen todo -menos sesos), ya me di cuenta que quieres con Fede pero él no te pela" (Yo quise vomitar). Y para mis pinches pulgas escuchó algún otro pendejo por ahí y ya todo mundo me hacía carrilla con eso (la gente se aburría en mi prepa, comprendan...). (A mí REALMENTE me cagaba que pusieran la situación al revés... Entiendan que pasaba de ser una chica con un pretendiente y mucha vanidad y orgullo a una pendeja a quien un pendejo no pela.)
El caso es que en mi (estúpida) prepa hacen cada semestre una "Fiesta atlética" (Jesucristo Redentor, qué asco) y en esa mentada "fiesta" tocan banditas (sí, como en el ITESO pero bandas más puteadas y en aquel entonces todas eran de "punk" porque todos nos orgasmeábamos con NOFX, AFI, Blink 182 y Sum 41). Resulta que yo estaba sentada justo en medio del gimnasio de la escuela (en medio de un ancho pasillo que la muchedumbre dejaba para que pudieran pasar las personas que venían del estacionamiento) y estaba sólo con el tal Fede. Adelante de mí y atrás de mí estaban todos los demás. Pues así la cosa, me dice el (mentecado de) Fede: urita vengo. Y yo: oquei. Se para en el escenario (donde iba a empezar a tocar la banda de mi mejor amigo de entonces, Mamel) y le susurra algo al vocalista (Martín). Y en eso dice al micrófono Martín: esta canción se la dedica Fede a Sara. Y yo me puse roja guinda como chorizo y todos los que estaban adelante de mí voltearon y empezaron a gritar "iuiuiuiuiuiu" como vacas antropomorfizadas enloquecidas. Llega corriendo Fede, me abraza y me susurra al oído: ¿quieres ser mi novia? Y yo, olímpicamente, hago como que me habla la Vírgen. Cristo Dios, me daba pena arruinarle el momentito. Y resulta que la canción decía una mamada cursi como "aunque te vayas te amaré por siempre, oh dios, eres tan hermosa como el atardecer en la playa" (debo admitir que quedaba muy bien, porque yo por entonces me iba a España).
Después se me declaró MÁS oficialmente y yo le dije que no porque 1) ya me iba a España y 2) lo quería como amigo.
Peeeeeero después vi a Angel en la escuela y dije "oh, I want". Y sabe cómo pero lo obtuve. Recuerdo que nos hicimos novios el 12 de noviembre del 2003. Y Fede se enteró y puso en su nick (M)(U)(E)(R)(E)(T)(E) (P)(E)(N)(D)(E)(J)(A). Y yo me reí mucho porque hacían muchos iconos chistosos y coloridos que no tenían nada que ver entre sí. Además un día me lo encontré en el msn y me dijo que iba manejando su carro y se acordó de mí y se quiso morir y aceleró y chocó contra un tráiler y casi se muere. Yo me preocupé y le dije que si podía ir a su casa a llevarle un caldo de pollo (lo del caldo es mentira) y tajantemente me dijo que no. Al día siguiente vi que su mamá lo llevó en su carro NO chocado y él se bajó caminando NO como persona pseudomuerta.
Por cierto, Angel y yo cortamos el día que cumplíamos un mes, pero la verdad es que a partir de la segunda semana yo ya no sabía cómo deshacerme de él porque se la pasaba todos los recreos jugando Rayuela y siempre perdía y yo sentía que no me prestaba suficiente atención. Oooohhhh, hermosos problemas de entonces...

domingo, 28 de diciembre de 2008

Tu me monques, Montparnasse

En una boda bien cotorra a la que fui ayer en San Blas. Tengo un pequeño velo de novia en la cabeza que nos pusieron a todas las solteras para el momento en que la novia lanza el ramo. Qué lástima que no me gané el ramo porque el vato que se ganó la cosa que ganan los vatos era un canadiense y la música que pusieron para "el baile del vato y la morra" era una cumbia y el canadiense bailaba chistosísimo
¡Oh, atardecer! ¡Oh, Sol que mueres otra vez! (Meh)
En Noche Buena con mi papp =)
En Noche Buena con mi prima Danya =)
En Noche Buena con mi hermano Mitch =)

Todas las anteriores son fotos de una boda a la que fui y de la Noche Buena. Con la familia de mi papá hacemos una pastorela todos los primos, pero esas fotos las tiene mi hermano, luego las subo. Fui una pastora hippie y la Virgen María, meh.

*En secreto: extraño ser inquilina de tus abrazos.*

martes, 23 de diciembre de 2008

Crónica de los primeros días de retorno a mis tierras

La novia de mi hermano y yo feliz, quizá por mi sope sudado. Foto tomada por mitch
Bicho rarísimo que me encontré viviendo en una piedra. Foto mía.

Mi hermano retrató la locura que me agarró en el mar (esto vale por la foto anterior y las que siguen)


Estar de vuelta en mi estado ha sido una cosa excepcionalmente chingona. A apenas 24 horas de haber pisado tierras nayaritas ya ni siquiera estaba en mi ciudad natal.

En cuanto llegué (el viernes como a las nueve de la noche) fueron a recibirme mis papás a la central camionera, a donde llegué cargadísima: una maleta gigantesca repleta de ropa sucia, zapatos y ropa interior (nada mezclado, por fortuna); otra con mis pocas garras limpias y productos de higiene personal; otra con suéteres, mis menjurjes de belleza y mi carpeta de cds; la mochila con mi laptop (que además llené de los libros que quiero leer en estas vacaciones y que están bastante gordos) y por último mi bolsa de mano: Cristo Redentor, no podía con todas las cosas. Había un chorro de vatos esperando sus camiones y todos se me quedaban viendo con caras de “no mames, no sé cómo puede esa morra con todas sus cosas” y, ¡sorpresa! NO PODÍA con ellas, y nadie se ofreció a ayudarme. Como pude me eché TODO encima y empecé a caminar como pingüino por el andén hasta que aparecieron milagrosamente mi fuerte padre y mi acomedida madre, que me ayudaron a deshacerme del peso de las pinches maletas (todavía me duelen los brazos de los escasos metros en que tuve que cargar todo yo sola).

Llegué a mi casa, acaricié amorosamente a mi gata y me metí a bañar. Un poco después fueron a recogerme dos de mis mejores amigas y un muy buen amigo y nos fuimos a nada más y nada menos que la posada de la generación (de la prepa). Qué cosa tan bárbara. Llegué y había una multitud de gente que estaba enterrada en mi memoria (me di cuenta que soy una antisocial total: era de las pocas a las que la mayoría de la gente no veía desde que habíamos salido, o sea, desde hace dos años) y de los nombres de algunos ya ni siquiera me acordaba. Además, fue a Tepic la chava que fue mi mejor top machín amiga en la ¡secundaria! Zaira, la bonita Zaira. En cuanto puse pie en el terreno donde fue la fiesta escuché un grito despavorido y de repente me vi embestida por el demonio de Tasmania. Hasta que habló pude reconocer su voz y me di cuenta que me estaba abrazando febrilmente la loca de la Zaira. ¡Qué loco! Había tantas cosas de qué chismear que ni nos alcanzó la fiesta. Ella se tuvo que ir el sábado por la mañana.

En la fiesta estaban las mismas personas de la prepa, pero con unas pocas arrugas más: los fresas eran los mismos fresas engreídos; los geeks eran los mismos geeks buena onda; los pendejoalivianadosbuenaonda seguían siéndolo… Y según todos, yo estaba igualita (casi todo mundo me dijo que qué pinche culero se me veía el piercing). Pero yo me sentía feliz feliz, de veritas feliz. (Como en la graduación de Alex, endorfinas por doquier en mi cerebro, y sin una gota de alcohol.) Hubo un momento en que me sentí conmocionada, casi abrumada por el hecho de estar volviendo a ver a toda esa gente después de tanto tiempo. Me dio gusto verlos a todos, incluso a los que no me caen tan bien. Las babosadas que me platicaban los fresas hasta me hacían gracia y pensé “¡oh, jajá, qué chistosos fresas pendejos, sin ellos nada sería lo mismo!”

Uno de mis mejores amigos de la prepa, para mi sorpresa, me re-declaró (y en estado de sobriedad) su amor (“la verdad todavía me gustas, Sara”) y me preguntó “¿si no tuvieras novio me darías una oportunidad?” Afortunadamente llegó un güey a hacerle plática y no tuve chance de responderle (que no).

Dos de mis más grandes compas eran novios y ahora tienen pedos de parejas/ex-parejas y cada uno por su lado (y de su manera) me contó que onda con la relación. Y sin esperármela, él hizo que se me subiera el ego:

El (después de que me contara la situación y yo lo escuchara y opinara): deberíamos clonarte, Sarita.

Yo: ¿Clonarme? ¿Por qué? ¿Para que haya una Sarita en Tepic y otra en Guadalajara?

El: No, para que el mundo fuera un lugar más honesto.

Aaahhh, los buenos amigos sube egos…

Me metí a mi casa temprano porque tenía un montón de sed y mi botellita de agua de medio litro se me había terminado y en la fiesta no había más que alcohol y no quería y… el caso es que me metí temprano (como a las tres de la mañana, pues). Me puse otra vez a quiquearme con mi gata y a leer un rato hasta que me quedé dormida como a las cuatro.

En la mañana de repente nomás sentí un bulto GIGANTESCO encima de mi cuerpo y pensé “¿desde cuándo Janis (mi gata) pesa tanto?” Pues no, resulta que era mi hermano echándose una y otra vez encima de mi cuerpo inconciente, cual luchador libre frustrado. El caso es que era su manera sutil de despertarme porque dizque nos íbamos a Vallarta. Yo nomás no podía despertarme. Cuando lo logré había unos suculentos tacos de carnitas esperándome en la cocina. Me los engullí, me puse la ropa de la noche anterior, metí ropa a una mochila y estuve lista. Mis papás ya se habían ido porque tenían una junta en una playa cerca de Vallarta y yo me fui con mi hermano y su novia. En el camino escuchamos Ismael Serrano, Mecano y The Kooks, con quienes me excité terriblemente porque su música es simplemente la mera sensación. Llegamos a la playa donde estaban mis papás y NO MAMES, es el cielo. Se llama Chacala, está como a una hora de Vallarta y es un lugar paradisíaco. Mis papás estaban ahí porque andan muy metidos en varias ONGs en pro del desarrollo turístico sustentable y allí hay un hotel muy alternativón cuya dueña forma parte de una de esas organizaciones. El caso es que llegamos y yo me fui corriendo a la playa. Me sentí TAN feliz. Me sentí aún más feliz que la noche anterior. La vista era hermosa, el agua estaba bien rica, el sonido del mar era embriagante y yo me sentía libre, sencilla, desnuda, enamorada de la vida. Me di cuenta que por más sola que esté, estoy siempre en buena compañía. Y además me di cuenta que no quería compartir ese momento con nadie. Por un momento pensé en la típica cursilería de “ay, me gustaría que no-sé-quién estuviera aquí” pero luego me puse a reflexionar y la verdad es que estaba feliz así: sola, únicamente conmigo misma.

Descubrí unos bichos raros viviendo en las piedras y me encontré con caracoles y canté canciones de The Kooks y grité desaforadamente.

Luego me quedé un rato dormida bajo el solecito, hasta que mi mamá bajó al área del mar y me gritó que era hora de comer (para entonces ya se habían ido mi hermano y su morra). Subí al restaurante y la gente de la reunión seguía discutiendo asuntos de ciudadanía, capitalismo, democracia participativa y etc. Muy interesante todo. Salí pensando que de tal palo tal astilla. Además de que estaba digiriendo el mejor ceviche de pescado de toda mi vida.

Nos fuimos del lugar mis papás y yo y jijijí jajajá en el camino. Llegamos a Vallarta con hambre y nos fuimos a cenar a unos tacos premier que están cerca de la casa. ¡Qué buen chorizo venden en ese lugar!

Después nos fuimos a dar el rol por el malecón y cuánta pinche gente y cuánto pinche gringo.

El domingo lo único digno de ser mencionado es que hice una de las mejores compras de los últimos tiempos (dos pares de chanclas de colores padrísimos, súper cómodas y baratas) y que compartí tiempo de calidad con mi papá: me enseñó cuestiones de electricidad (me electrocuté, por cierto. Estuvo leve pero en toda la tarde no se me quitó un dolorcito de cabeza y hombros) y a poner faroles. ¡La vida puede ser tan amable!

martes, 16 de diciembre de 2008

La maravilla de estar bloqueada cerebralmente para escribir algo de interés

es que llega un punto en el que te da machín igual qué coño le escribes a tu decadente blog.
Estoy en mi depa, refundida en un rincón de mi cuarto. el rincón de la computadora. el rincón al que sólo acudo cuando realmente me pongo a hacer las cosas. y ahora estoy haciendo cosas. estoy, además de escribiendo esta babosada, redactando unos folletos muy importantes (o al menos eso quiero creer) para contribuir a la democracia en el sur de Jalisco (o eso quiero creer, más bien). jojojó, me creo mucho porque soy (era, alguna vez dentro de poco podré decir que lo fui) becaria del centro de investigación y formación social y me ponen a hacer cosas padres y a aprender cosas importantes y me caga que no hago las cosas cuando debería y cuando no debería (como ahora) lo tengo que hacer. justo ahora que tengo ganas de ir al cine. mentiras, de ir al cine no. de dormirme en mi cama destendida. de abrazar a duende. de platicar con momo. de caminar por el parque metropolitano. de tomarme una nieve del centro. de leer los blogs tantísimos que hay con tantísimas cosas tantísimamente interesantes. como ahorita, estaba leyendo el de ligia, y el de muchas (ni tantas) otras personas que digo: órale, todos tenemos cosas que decir (aunque pareciera que todos menos yo... este blog está cada vez más decadente. Qué coño, ¿realmente quiero ser escritora? Sí, sí, no te tortures, todos pasamos por rachas de no-tengo-cómo-decir-lo-que-no-tengo-qué-decir.)
bueno, el caso es que estoy en este rincón. y me encantaría platicarles de la graduación de duende y todos sus compinches y cómo hacía muchísimo que no bailaba tanto, y que me dijeron naca, y que fui naturalmente feliz (mi cerebro creó endorfinas como nunca) y de cómo mi novio se puso alcohólicamente inaccesible (sí, de esos borrachos que una vez borrachos se arrinconan en su pedo y ya no hacen clic con nadie y la novia se jode) y yo me jodí.
estoy escuchando blink 182, un disco de esos clásicos, que ni sé cómo se llama porque ya no tengo la caja pero en la portada del disco aparecen tres circulitos de distintos colores, y uno tiene una chaqueta y otro un avión. Trivia: ¿cuál es?
y ¡¡¡¡zas!!!! Que me acuerdo de Toño. Ni la muerte de mis abuelos me dolió tanto como la de toño. digo, en el momento dolió mucho, pero la de toño aún no lo supero y esas cosas... Toño me cortaba el pelo en la prepa porque se sentaba atrás de mí. Toño me dijo una vez que yo era la morra más inteligente que había conocido. Yo quería con toño aunque lo negaba. (Dizque) sólo a mí me contaba sus más íntimos secretos. tenía la risa más chistosa del universo. era muy rubio. tenía muchísimo pegue y siempre anduvo con pura pendeja. se murió un mal, un pinche pésimo día. y nunca nos fuimos a poner pedos para que me contara cómo le había ido en alemania y por qué lo habían regresado. duende se parece mucho a la persona que toño fue. ¿habrá nombre para ese complejo? como esos de complejo de edipo y electra y su puta madre...
Toño, si es cierto que el cielo existe y allá tienes internet y todavía crees que soy inteligente y regularmente lees este blog, entonces te dedico este post. Saludos a Dios (no creo que por cortarme el pelo te hayas ido al infierno, ¿no?). Dile que todavía me rehúso a creer en él, aunque me duela aceptar que me sentí identificada con Martín Santomé. Si en el cielo tienen biblioteca, lee el de La Tregua, es de Benedetti.

jueves, 11 de diciembre de 2008

El pasado que acosa (es ficción)

En todo este tiempo he viajado por el mundo. No es presunción; es nada más que la verdad.
He conocido rincones oscuros, aguas estancadas, desiertos habitados y planicies luminosas.
He hallado fertilidad, erosiones y abstinencias.
En algunos lugares he sido yo y en otros he cambiado y en otros más simplemente que no he estado.
Encontré fiestas, lutos, peleas, concupiscencia y orgías absolutamente solas y solitarias.
Me han encantado la sinuosidad de ciertos sitios, lo sublime de algunos misterios.
Pero también me he perdido a mí misma. Me he diluido un poquito, me he confundido (me he aburrido) y he suplantado mi personalidad con múltiples otras mucho más interesantes.
He intentado, con tanto viaje, mezclarme y borrarme un poquito mis orígenes, que están dolorosamente incrustrados en mis nervios.
Pero por más que he intentado, no he conseguido dejar de ser ciudadana de tu sangre.

viernes, 5 de diciembre de 2008

Sin (o casi) excepción

Todo tiene fecha de caducidad.
Todo tiene principio y tiene final.
Todo es circunstancial.
Todo es relativo.
Todos somos potencialmente amables.
Todos somos potencialmente odiables.
Todos somos intermitentemente amados.
Todos somos intermitentemente odiados.
Todos estamos esencialmente solos.
No hay una verdad única.
No hay nadie perfecto.

domingo, 23 de noviembre de 2008

Se quejaron de que ya no he escrito y pues héme aquí

Pos que dizque sí, pos que dizque no
(mop, lo anterior no quiere decir nada, nomás que se oye bien mexicanote y me dio la gana ponerlo, como si estuviera en septiembre)
Por fin están terminando los finales, pero me llevan entre las patas...
1. Yo hice en menos de una semana lo que el resto de mis compañeros hicieron en, más o menos, dos meses: unas tablas aburridas y un libro infernal sobre la historia de los medios en mexico para la clase de historia y estructura de los sistemas de comunicación, con fernando cornejo. Nunca me había estresado tanto; nunca le había echado tantas ganas a un final. Y ayer que terminé, tuve un orgasmo moral. Autopalmaditas para mí. (Ahora debo esperar mi calificación...)
2. Normalmente me sobreviene una crisis en los finales: tanta tensión me provoca desórdenes espirituales y me salgo de mi equilibrio y de mi centro kármico y esas cosas... PERO esta vez está muy cabrona, la mentada crisis. Las lecturas de la clase de Comunicación y cultura han traído consigo un terremoto personal y todo aquello en lo que basaba mi vida se ha estado tambaleando... ¡¡¡¡¡¡¡¡Pánico total!!!!!!!!!! Que no tengo compromiso hacia (casi) nada, ni disciplina, ni me esfuerzo ni nada de nada... En fin, muchas cosas que ustedes no están pa' saber y yo pa' contar... El caso es que me está cargando el chahuistle moral.
4. Por más que ya "se están acabando los finales" nomás no terminan de acabarse. ¡¡¡Ya!!! I had enough!!! Me voy a ir de retiro espiritual a la India (es mentira, pero estaría buenísimo...).

lunes, 3 de noviembre de 2008

Muchas, muuuchas cosas por decir

Ash, pues ha pasado mucho tiempo desde que no posteo nada entonces tengo hartísimas ganas acumuladas (de escribir).

Primero, quiero declarar públicamente que creo que cagar en baños públicos está cabrón. Llegas muy mona al baño, viéndote el culo (si es posible) en lo que caminas hacia la puerta de un baño desocupado. Entras. Tienes tantísimas ganas de cagar, que sientes que no vas a alcanzar a bajarte los pantalones (o subirte la falda/vestido). Crees que no hay nadie. Y en eso se oye un pequeño ruidito a unas puertas. Está todo silencioso. Sólo tú y aquella otra que no sabes quién es pero incluso existe la posibilidad de que la conozcas (o de que nunca la vuelvas a ver, también). Ambas quieren cagar. No se oye el chorrito de pipí ni NINGÚN otro ruido. Silencio total y el conocimiento que tienen ambas de que la otra intrusa está ahí. Quieres echarte un pedo, al menos para empezar a "desahogarte". No puedes. Qué pena. Qué puta incomodidad. No mames. Es casi como si te lo aventaras en su cara. Ella no se va. Tú también te rehusas (sabes perfectamente que si no cagas en ese momento vas a tener retortijones al rato). Te agachas por abajo de las puertas que separan unos baños de otros y ves que tiene tacones. Rojos. Y está perfectamente depilada. Y piensas: ¿o sea que las fresas/fashion/glamurosas también cagan? Y acto seguido vuelves a pensar: Ojalá se tirara un pedo, así no habría duda. Pero la perra no se lo echa. Y tú tampoco. Y el silencio reina. Y ambas saben que quieren algo que no pueden conseguir hasta que la otra se vaya O hasta que una de las dos decida romper el código-no-escrito-de-la-verguenza-en-los-baños-que-dice-algo-así-
como-¿cómo un desconocido me va a oír cagando o pedorreándome, aunque me traiga placer? Me caga cagar en baños públicos. Es más: casi nunca lo logro.

Segundo, me quiero pronunciar en contra de lo kitsch. (Argghh, hasta la palabra me caga)
Me parece que a un grupito de gente fresona, snob y aburrida se le ocurrió un día pasar por un barrio popular "a ver qué" y se encontraron con que la gente "humilde" tiene unos símbolos "bien padres y chistosos", como jesusescristos con luces de neón y manteles de plástico con mamadas varias impresas. Y dijeron "qué suave, como dijo Karl Laggerfeld, 'parecer pobre es fashion'" y entonces impusieron una moda llamada Kitsch. Top machín ASH. Esta gente trata de ser irreverente e ir en contra de lo convencional y adornan sus restaurantes y a sí mismos con cosas que normalmente diríamos sin pudor alguno "qué mamada, eso está harto naquísimo" o "creo que la tela del vestido de esa morra es igual que un mantel de mi abuelita pueblerina", pero no hacen nada más que apropiar ciertos símbolos que tienen cierto sentido en cierto contexto para recontextualizarlos y resignificarlos. Creo que es una moda de fresas aburridos con sus ropas tommy. Por cierto, si quieren ir a un restaurante Kitsch que está muy chido (es que ellos lo adornaron de veras bien padre, no es una mamada cliché) vayan a Prado 85, casi esquina con Vallarta (así se llama el restaurante y así es el domicilio). Se come rico y está kitsch pero buena onda. (Jaj, soy un poquito bien cínica.)

Tercero, tengo poca estimación por los frees, su dinámica y lo que representan. El amor implica compromiso y es la búsqueda, quizá inconciente, de lo eterno, de plasmar nuestra alma en algo perdurable, de no ser olvidados y por tanto muertos. Los frees son sólo un acuerdo tácito de satisfacer únicamente necesidades sexuales, que aunque muchas veces no lo quieran admitir, van íntimamente ligadas con las emocionales. Es decir, los que juegan ese juego de los frees lo hacen porque quieren apaciguar la flama de los sentimientos no explotados o correspondidos y no esperan llegar a ningún lado con ello. Es algo esencialmente pasajero, efímero, momentáneo, espontáneo (con todas sus ventajas, por supuesto). Estoy (casi) convencida de que si una persona va de free en free eventualmente terminará por sentirse vacía. Creo que los frees son gente cobarde, que teme caer de espaldas con los ojos vendados (como caen los verdaderos amantes) y, por tratar de no invertir y por tanto perder, pasan el tiempo y la vida en un standby emocional, en un letargo maquillado de diversión y libido.

Cuarto, tengo miedo. He visto ya varias veces un espectacular en las calles de la perla tapatía que anuncian al Partido Verde Ecologista prometiendo pena de muerte a los violadores y secuestradores (creo) si vota la población por ellos (los partidistas verdes ecologistas). NO MAMES. La crisis económica, financiera y productiva se nos echó irremediablemente encima; los compatriotas inmigrados en EUA se están regresando y aquí sólo representarán población desocupada, que únicamente se sumará a los próximos desempleados que la crisis traerá consigo. Evidentemente, los índices de criminalidad aumentarán (porque más gente tendrá menos que comer) y la población entrará en un estado de paranoia y miedo irracional. Y el miedo es MUY CABRÓN. ¿Tienes un partido que te ofrece matar a todo aquel que te joda? Por supuesto que accedes (recordemos que el miedo inhibe la capacidad de reflexión crítica y profunda). Y la crisis se agrava, porque no sólo es económica sino social (en el sentido de que se desintegran las comunidades y la potencial confianza en el otro se quiebra). Además, pinches cínicos hijos de su absurda madre: ¿son ecologistas pero matan gente? Métanse a la RAE y vean el significado de Ecologismo, después me hacen el mandado y al final un masaje en los pies.

martes, 21 de octubre de 2008

Las salidas de emergencia

A mí las salidas de emergencia me ponen tensa tensa. Me pongo paranoica y pienso que vamos a estrellarnos o a incendiarnos o que Los Zetas nos van a poner una bomba y que de mí, que estoy sentada justo al lado de la salida (puerta o ventana) de emergencia, dependen la vida del resto de pasajeros.
Siempre que me subo a un camión (ya sea urbano o de ciudad a ciudad -no sé cómo se llaman) o a un avión y me doy cuenta que estoy desgraciadamente sentada en el dichoso lugar de los condenados, me fijo en las instrucciones de cómo abrirlas, pero estoy de antemano tan angustiada de que en realidad sí pase algo y sí recaiga sobre mí la responsabilidad, que el cerebro se me bloquea y no les entiendo nada. Entonces me remuerde muchito la conciencia y mejor me pongo a escuchar música, ver una peli, leer o dormir.
En cambio, si es alguien más el desafortunado ganador del sitio en cuestión, me despreocupo y me pongo a escuchar música, ver una peli, leer o dormir.

lunes, 20 de octubre de 2008

Foro en el ITESO sobre movilidad

Los invito al "Foro: Por una movilidad solidaria" que tendrá lugar en el Auditorio del edificio Q. Es el miércoles 22 y jueves 23 de octubre. Hablaremos sobre retos, dificultades, propuestas y acciones para una mejor movilidad urbana.
¡Vayan, se va a poner bueno!

jueves, 16 de octubre de 2008

Observar está padre. Ser fresalternativo no.

He encontrado las cinco cosas que son imprescindibles en mi vida (al menos en la cotidianidad): observar a la gente, leer, escribir, escuchar a la gente e ir al cine.
En la primera de estas filias (observar) debo confesar (quizá no con tanta vergüenza como debería) que soy una tramposa. No me gusta ser descubierta mientras observo. Soy una voyeurista. Me encanta esa sensación de libertad al observar a alguien: saber que no te va a observar de vuelta. Las únicas situaciones en las que me atrevo a mirar a la gente cuando sé que existe la posibilidad de ser correspondida es cuando: 1) ya de antemano les tengo confianza; 2) son demasiado atractivos (en el sentido más amplio de la palabra) para ser pasados por alto; y 3) en el ámbito escolar (por alguna extraña razón no me apura en absoluto que mis compañeros me descubran viéndolos. Aunque en realidad es a los profes a los que más veo, también los que menos se dan cuenta de mis intenciones nada acordes con la Academia).
Antier, en la parada del camión, había un chico sentado al lado mío que esperaba impaciente (movía imparablemente las piernas, como cinco veces por segundo) algo (porque pasaron chorrocientos mil camiones diversos y él no tomaba ninguno. Para los que piensen: "si pasaron tantos camiones y tú no te subías tampoco, quizá él esperaba el mismo que tú" les debo informar que a quien yo espero es a mi amigo raitero). De pronto me di cuenta que él me estaba viendo a mí. Y me sentí terriblemente intimidada, casi allanada. Por eso, nomás por puro respeto, yo no observo indisimuladamente (¿existe esta palabra?) a los demás. Es una sensación de abrumadora invasión.
A veces la gente me pregunta por qué observo o qué descubro como resultado. A veces no descubro nada (ni pretendo hacerlo), simplemente experimento una sensación gigantesca de placer de ver cómo la gente publica (o sea, hace público) aquello que lleva dentro. Me gusta encontrarme con gente que está en la cafetería sola y mira a todos lados como para divisar a algún conocido y dejar de estar solo, por ejemplo. Me gustan también esas personas que tienen permanentemente cara de fuchi, o aquellas otras que mueven quedito los labios, disimulando que están hablando solos. Observar a la gente es como estar en el cine: cada gesto es como una escena que te va revelando historias, penas, amores, desencantos...
Yo no atrapo con la mirada. Dejo que los demás se explayen en mis pupilas.

Cambio súbito de tema. Nomás porque me da la gana.
Ayer vino mi hermano a visitarme y fuimos a Galerías al cine, aunque dimos una shoppingcaminata. Yo quiero unos tennis de colores así cálidos y brillantes y fuertes y que no combinen con nada, y mi hermano simplemente quiere que ya no use los converse amarillos que dizque porque "dan asco, wey". Entramos, entonces, a la tienda llamada Tatéi (¿?) y vimos unos buenísimos, aunque malísimos al mismo tiempo. Me explico: eran de estos que se están usando muchísimo, súper ochenteros (como los de la foto) y con "pincelazos" de tooodooss los colores. Padrísimos, muy mandarinescos. Aunque no tanto (¡oh, pues!). Lo que pasa es que estoy peleada con este movimiento llamado "indie". La banda se cree bien "alterna" y en realidad siguen siendo bieeen pinches fresas. (Seguramente no todos, pero comprendan que yo me muevo en el ITESO.) Muchos de estos fresalternativos, como yo les llamo, se fueron a vivir a Canadá o a Inglaterra (con dinero de papi, por supuesto) y, como ya dieron una probadita de la "independencia" y la "vida locochona" y vieron "otras culturas" se creen bien "open mind". Entonces se empeñan en demostrarle a todo mundo que no son mainstream. Esta gentuza se empeña en buscar cosas "bien raras y locas" nomás para destacar y no porque sean genuinos y pagan por ellas lo que sea. Y ayer me di cuenta, en "Tatéi" (¿?), que la tentación es grande y yo estuve a punto de hacer una compra fresalternativa. ¡Qué miedo! Los mentados tennis costaban 2130 pesos. 2130. Sí, leyó bien: dosmilcientotreinta. No siendo suficiente el shock al saber el precio, me dijo la chica que atendía (Fernanda, se llama, hasta me dio el número de teléfono... simpática, la chica.): "además están padrísimos, porque no combinan con nada, así como está a la moda". Y yo dije: "¡veeeeete a la verga!" Mi cerebro funcionó así: "están coloridos (qué padre) pero son ochenteros (¿por qué ese retorno de la moda a lo oldie, a lo "vintage" -cómo me caga esa palabra-?) y dice esta morra que están a la moda. Además cuestan la absolutamente no módica cantidad de DOSMILCIENTOTREINTA. Mmmm... cuán (no) dificil es esta decisión: no los quiero." Y salí de la tienda. Me cagan los fresalternativos.

¿Cuáles son las cinco cosas imprescindibles para usted, lector?

miércoles, 8 de octubre de 2008

Casting para programa de tv mañana jueves

Ea. para todos los interesados aquí les van los datos de un casting para un programa de banda de un canal nuevo que apenas está por abrirse:

-No tienen un perfil específico, o sea que puede ir quien sea.
-Dirección: Argentina #13, entre Morelos y Pedro Moreno.
-Horario: De las 16 a las 20 horas (o sea, de 4 a 8 pm)
-Fecha: Jueves 09 de octubre del 2008. O sea, ¡¡¡mañana!!!

domingo, 5 de octubre de 2008

Maldito aquel que venga y me arrebate este momento de tristeza

Otra vez estoy triste.
Ya extrañaba mi tristeza.
Es tan
t r a n q u i l a
pausada.
Me da tiempo hasta de llorar.

Me pongo triste y me alejo de todo.
De todos.
Que si me rompieron el corazón
que si soy tonta
o vaga
o fea
o gorda
o indisciplinada
nada importa.
Porque simplemente soy yo. Triste.

Veo el pasado y me da un poquito de miedo.
No tanto lo que he hecho sino lo que sé que soy capaz de hacer.
Pero me perdono. Y me aplaudo.

Igual que hay miles de razones para estar feliz
las hay para estar triste.

Esta nota termina. No fue un poema. No fue una declaración de principios
ni el aparente reflejo de un estado premenstrual. No se aceptan reproches.
Ni abrazos
ni palabras de lástima o empatía
porque hoy
estoy
triste
y nada me importa mucho.

(Y cuando deje de estar triste, voy a llorar.)

martes, 30 de septiembre de 2008

La crisis económica de EUA

He aquí lo que entiendo de la crisis (que aparentemente nomás va de mal en piorrr):

Santo Bush hizo un plan para salvar la economía estadunidense: 700 mil millones de dólares para hacerle un paro a Wall Street. Es decir, esa (inmensa) cantidad de dinero fungiría como una especie de grueso colchón sobre el cual pudiera "caer" Wall Street y no resquebrajarse (nuestro amigo WS es gordo y un sleeping no sería suficiente). El Congreso le dijo: "No (pendejo)". Y pobre Santo Bush dijo haberse sentido "decepcionado".

El asunto, querido lectorín, se complica y no termina aquí. Como bien sabrán, Bush es republicano. Pues aquellos pertenecientes a su partido político le metieron "la que les conté" por "allá". O sea, 60% de los republicanos votaron en contra de la iniciativa del líder de su partido. Por el contrario, 60% de los demócratas votó a favor. ¿Por qué votaron así? ¿Qué se pone en juego para abrir la boca, en el caso de los legisladores? He aquí el pedo:
-En caso de que sí se hubiera aprobado (o se apruebe en futuro, porque próximamante habrá otra sesión "pa' ver si ya cambiaron di opinión") cada uno de los habitantes estadunidenses tendría que pagar un monto aproximado de dos mil dólares. Esto se traduce en que la gente piense: Why the fuck do I have to pagarle los mistakes a los rich? (a los ricos, porque esos 2mil dólares que saldrían de su bolsillo irían a parar directo a las empresas más grandes y ricas de nuestro vecino norteño, o sea, a las pertenecientes a WS). Además, la banda también piensa (por fuerza de costumbre histórica): ¿por qué tiene que intervenir el Estado en la economía? ¿Que no tenemos un mercado "libre"? (Pobres ilusos, no se dan cuenta que si NO interviene el Estado, el mundo va a valer ultra top machín verga)
-Por otro lado, tal cual está la situación right now es así el pedo: NO se le van a dar los 700 000 000 000 (un putero de ceros, ¿verdad?) de dólares a Wall Street. Por lo tanto, ésta puede caerse y valer mega pito. Entonces, la gente que tiene acciones ahí las retiró (para proteger su varo), ¡¿y qué creen?! WS sufrió una pérdida histórica (o sea, como nunquíssima antes): 1.1 billones (1 100 000 000 000) de dólares.

En resumen: me da gusto que le hayan kicked his ass a Santo (Pinche) Bush, porque ya se dio cuenta que incluso su propia banda piensa que es (bieeeeen) pendejo (e inepto). PERO si no le "inyectan" ese varo a la economía gringa, en un futuro cantaremos recordando estos momentos "todo se derrumbó". O sea, yo también quiero que se haga otra vez esa pinche votación y ya le digan que sí al (pendejo de) Bush, pa' que no se decepcione otra vez... y, bueno, claro, para que no valgamos dick todos nosotros. Amén.

Aquí para la nota completa.
Aquí para que se entere usted de cómo me siento.

sábado, 27 de septiembre de 2008

"Te quiero tanto que ya no puedo más" o "chismes de barrio"

El título de mi post es ése porque resultaaaa que los vecinos de justo al laditititito de mi habitación son como roqueros... Bueno, llego a esta conclusión porque tienen una van como de esas que usaban los hippies en los sesenta pero más grande y menos hippie con un montón de calcamonías de cosas como "sé rebelde", "fuma mota", "sonríe" y mamadas diversas. Además, todos los sábados, indefectiblemente (=D), ponen música que raya entre lo agradable (por ejemplo, justo ahorita pusieron Caifanes) y lo insoportable (como cumbias reggeatoneras -no sabía que existían, por eso no odio tanto a mis vecinos, me ayudan a descubrir el mundo y ellos ni lo saben). Cuando empecé a escribir esta notita tenían la de Te quiero tanto (¿así se llama?) de no sé qué grupo popero noventero fresita mamón mexicano. Bueno, la cosa es que ponen música como durante cinco horas (y que se joda la vecina intelectualoide de al lado que tiene que leer un chingo de cosas diversas y además tratar de concentrarse en escribir "literatura" tragable) para hacer un acompañamiento de las rolas con tamborcitos.
En otros mitotes de barrio (o edificio, en mi caso) les cuento que vino a darme una visita la vecina top machín detector de metal. Es decir, la mera mera. Y que me cobra. Dizque una cuota de 150 al mes de la que el casero ni me había hablado. Y que me dice, sutilmente, que el que me renta el depa es irresponsable (y yo simplemente comprobé la sospecha) porque no ha pagado esa mentada cuota desde la época de los cristeros (o sea, desde antes que yo viviera aquí). Me costaba mucho trabajo seguirle el hilo porque en vez de concentrarme en lo que me decía me agarró la afición por observarla y tratar de analizarla. Cristo Redentor, tengo complejo de psicóloga (aunque no es novedad, ya lo sabía).

En otros temas, aquí les va una crónica de ayer, de mi viaje hacia casa de Duende.
Me subí al chamion (R646) e iba tranquilamente valiendo pito en la sección trasera del camión, comiéndome la manzana más buena de estos últimos tiempos, cuando de repente (y de la nada) se para el camión. No le tomo importancia hasta que, cual salida de mercado pueblerino, oigo la voz del camionero: "Dos tostadas de ceviche con mucha catsup". ¡¿Qué coño?! pienso yo y me pongo ansiosa a observar lo que pasa. Resulta que en una esquina cualquiera de esta conflictiva ciudad se detiene, tranquilamente, nuestro relajado conductor a pedirse sus sagrados alimentos del día. Detrás de nosotros, por supuesto, estaba volviéndose loca la chusma conductora de la metrópoli. Claxonmentadas por doquier y gritos al estilo de "Pendejo", "Muévete, animal", "¿Quién te crees, pedazo de mierda?" Yo, un poco paniqueada y sentada sobre mi asiento como si me hubieran pegado el coxis y la espalda con cola loca, tenía los ojos desorbitados. Eventualmente, el camionero ya con veviche en mano, la marcha se reanudó. Al llegar a Patria y Vallarta la idiota fui yo porque agarré el 632 en dirección contraria. Gracias. Afortunadamente tuve la fortaleza moral de tragarme mi orgullo como a las dos cuadras y decirle al chofer con voz de niña cagada en los calzones: Oiga, vamos en dirección contraria a Naciones Unidas, ¿verdad? Y que me responde: Uuuuhhhh, sí, m'hija, bájese aquí y ahí en la esquina agarre el mismo. Quería pedirle mis cinco pesitos pero me dio harta pena.

Bueno, basta de idioteces. Aquí, una propuesta para hacer de este mierdamaravilloso país un poquito menos mierda y un poquito más maravilloso. No fumemos mota. Si el narco está tan "bien parado" en nuestro entorno es porque ofrecen algo altamente demandado. Si la demanda se reduce, su poder también. Si su poder se reduce, quizá todos seamos felices y tengamos empleos de ocho horas bien pagados. Jajajajaj, me la mamé. No, pero neta, si dejamos de consumir drogas a nivel masivo, quizá aportemos un granito de arena. Ash, la verdá' es que no sé si es demasiado buena idea, pero no sé qué coño hacer para sentir que aporto algo en esta puñetera realidad cada vez más decadente. Ayer iba caminando por una calle cualquiera y quería cruzar de una esquina a otra. Volteé atrás y venía una Lobo no tan lejos pero no tan cerca y en vez de aventarme (¿sabían que el verbo aventarse viene de tirarse al viento, hacerse viento? Aventarse, a-ventarse, a-vientarse. Qué cool) como normalmente hubiera hecho (antier me estaban atropellando culerisísisisismamente en López Mateos. Soy pésima peatona), preferí quedarme bien paradita en la esquina porque mi lógica funcionó así: Es una Lobo= es un narco= me le voy a meter en su camino (literalmente)= me va a matar. Está muy peliaguda la situación, con todo el miedo social que se está engendrando en nuestros corazones televiseros.

Ay, me gusta Mecano. Gracias, vecinos, por ponerlos.

Y, por último, les comento que me voy a ir "de compras". El asunto es que SÓLO tengo UN pantalón de mezclilla y como no siempre ando depilada y, naturalmente, no siempre está limpio ese glorioso y mega comodísimo pantalón, pues resulta que hay días que en la mañana, mientras me arreglo, me quedo perpleja frente a mi armario pensando "¿y 'ora qué?". Entonces (¡qué emoción!) me voy a ir a buscar un pantalón bien chubidubis (aunque de antemano no creo que supere al único que tengo) a La Gran Plaza Fashion Mall. Dios, me siento fashion sólo de pronunciarlo.

lunes, 22 de septiembre de 2008

Lacónico. Así está mi cotorreo.

-Ya no quiero ser todo lo que alguna vez soñé.
-Hay una gotera en mi habitación.
-Ser mujer es cosa dura. Y si bien nuestras cuervas son más seductoras que el cuerpo masculino, no merece la pena. Digo, en general sí que la merece pero no por la cuestión de las curvas. Y aquí se acaba este punto porque luego digredo (es decir, digo mucha cosa que no va al tema).
-Guadalajara se convirtió en Venecia (aunque sólo por un día y no en el aspecto más romántico).
-Me he reintegrado a la vida del transporte público.
-Estoy e-n-a-m-o-r-a-d-a (en pedacitos, porque si lo digo todo junto me apanico y me atraganto).
-A veces me siento irremediablemente fea (aunque nunca opaca).
-Aclaración: yo me llamo Sara Carolina pero soy saRa Mandarina.
-Me robo el internet.
-Me acojona el futuro inmediato del país.
-Qué cosa más rara es esa cosa rara que hay entre hombres y mujeres que aparenta ser amistad pero no lo es (aunque casi) y roza, constantemente, en otras cosas donde los besuqueos y los fajes y las palabritas de amor (casi siempre de plástico) son normales, válidas, hasta un poquito necesarias.
-Tener acné da mucha hueva, pero ni siquiera por el hecho de tenerlo en sí sino porque la banda siempre: te aconseja cómo quitártelo; pone cara de preocupación terrible como diciéndote: ¡que te agarren confesada porque no vas a conseguir un novio que te saque de solterona (y por lo tanto de débil, de marginada... ¿ven lo que les decía de que ser mujer es duro?)!; o simplemente porque se burlan de ti (ejemplo, hoy Beto me dijo: ¡wey, te salió una frente en la espinilla!). Mega Ash.
-Los desayunos vegetarianoides y sanoides del mercado de Zapopan están buenísimos.
-¿Quién me ha robado el mes de abril?
-Películas buenas: REC, Sobreviviendo a mi Ex, La otra reina, Arráncame la vida, Conversaciones con la Otra, Camino Salvaje.
-Película archi mala: Misión Babilonia (que conste aquí que yo no quería entrar).
-Cosas que sé que no soy: rencorosa, rubia, anoréxica, sports lover, disciplinada, estéril (en el único sentido que no me consta es en el sexual. Nunca he quedado embarazada, así que existe la posibilidad), fría, indiferente, intrigosa, mentirosa, destacada en ciencias naturales o exactas, alta, y por último (digo, hay más pero entonces este punto se haría interminable), rebelde.
-Frases que me cagan: "¡sé feliz, la vida es corta/bella!", "o sea, ¿cómo?", "¡obvio!", "es que tú eres bien culta", "me caga leer", "la revolución francesa fue como en el siglo XVI, ¿verdad?" Y otras tantas...

Finalizo con una estampa de otra vida.

viernes, 5 de septiembre de 2008

La risa

"Los ángeles no son partidarios del bien sino de la creación divina. El diablo es, por el contrario, aquel que le niega al mundo toda significación racional.

La dominación del mundo, como se sabe, es compartida por ángeles y diablos. Sin embargo, el bien del mundo no requiere que los ángeles lleven ventaja sobre los diablos (como creía yo de niño), sino que los poderes de ambos estén más o menos equilibrados. Si hay en el mundo demasiado sentido indiscutible (el gobierno de los ángeles), el hombre sucumbe bajo su peso. Si el mundo pierde completamente su sentido (el gobierno de los diablos), tampoco se puede vivir en él.

Las cosas, repentinamente privadas del sentido que se les supone, del lugar que tienen asignado en el pretendido orden del mundo, provocan nuestra risa. La risa pertenece pues, originalmente, al diablo. Hay en ella algo de malicia (las cosas son más ligeras de lo que parecen, nos permiten vivir más libremente, dejan de oprimirnos con su austera severidad).

Cuando el ángel oyó por primera vez la risa del diablo, quedó estupefacto. Aquello ocurrió durante algún festín, estaba lleno de gente y todos se fueron sumando, uno tras otro, a la risa del diablo que era fantásticamente contagiosa. El ángel comprendía con claridad que esa risa iba dirigida contra Dios y contra la dignidad de su obra. Sabía que debía reaccionar pronto, de una manera u otra, pero se sentía débil e indefenso. Como no era capaz de inventar nada por sí mismo, imitó a su adversario. Abriendo la boca emitió un sonido entrecortado, brusco, en un tono de voz muy alto, pero dándole un sentido contrario. Mientras que la risa del diablo indicaba lo absurdo de las cosas, el grito del ángel, al revés, aspiraba a regocijarse de que en el mundo todo estuviese tan sabiamente ordenado, tan bien pensado y fuese bello, bueno y pleno de sentido.
Así, el ángel y el diablo, frente a frente, con la boca abierta, producían más o menos los mismos sonidos, expresando cada uno, en su clamor, cosas absolutamente opuestas. Y el diablo, mirando reír al ángel, reía más aún, mejor y más francamente, porque el ángel que reía resultaba infinitamente ridículo.

Una risa que hacer reír es el desastre. Sin embargo, los ángeles lograron alcanzar algunos resultados. Nos engañaron a todos con su impostura semántica. Sólo hay una palabra para designar su imitación de la risa y la risa original (la del diablo). Hoy la gente ya no se da cuenta de que la misma manifestación exterior esconde dentro de sí dos actitudes internas absolutamente contradictorias. Existen dos risas y no tenemos palabras para distinguir la una de la otra."

Milan Kundera
El libro de la risa y el olvido
Pp. 96 y 97
Ed. Seix Barral. Biblioteca breve.
México, D.F. 2006

miércoles, 3 de septiembre de 2008

La vejez es muy cabrona. Muy.

Desde que estoy muy pequeña nos ha quedado claro a mí y a la gente que me conoce que estoy "adelantada", como muy madura, casi demasiado (quizás algunas -o muchas- veces mi familia disienta, sobretodo estos días). En ocasiones, incluso, yo siento como si fuera una mujer de muchos más años encerrada en el cuerpo de una chica con acné, ojos grandes y facha de hippie intelectual.

Sobretodo este semestre han venido varias novedades. Estoy absolutamente consciente de que veo con otros ojos mi entorno. He cambiado. Y se nota en muchas cosas, pero sobretodo:
- Soy más exigente con mi participación en clase. Casi siempre que participo (que es muchísimo, considerando mis autoexigencias), creo que estoy diciendo puras pendejas.
-Me estoy comprometiendo febrilmente con mi pasión por escribir. Esto implica muchas más cosas de lo que podría parecer en principio. Significa: renunciar a la mayoría de las salidas sociales que tanto me encantan; estar encerrada en mi habitación horas y más horas; soportar estoicamente las adversidades y considerar más bien las aparentes desventajas como oportunidades (por irresponsable ya no tengo coche; perdí un pupilente y veo muy mal con los lentes que poco a poco se enchuecan y aguadan más; estoy en un plan de austeridad económica...) para forzarme a mí misma a encerrarme en mi universo de las letras.

De seguro estarán pensando "¿qué coño tiene que ver el primer párrafo con el segundo?". Pues ahí les va. Haber afianzado más mis gustos, pasiones y vocaciones ha devenido en miedos. Y los miedos están relacionados con el transcurrir de los años. Por eso son los viejos los necios, los temerosos y no los jóvenes, que todavía tienen (¿tenemos?) fuerzas para ser valientes y poco mundo como para aferrarse a las cosas, a su incipiente construcción de la vida, a su cosmovisión recién parida. Y yo me siento vieja en ese sentido. Creo fervientemente que existe de facto la posibilidad de volverme loca (si consideramos que la locura es la incomprensión social del muy particular punto de vista de cada quien), pues cada vez soy más condescendiente con mis arranques de "individualidad" (por ej., si en clase me apetece de repente reírme, voy y lo hago...). Y eso me aterra. También me paniquea muchísimo el miedo al fracaso. La idea de volcar todo mi ser en una actividad y que ésta resulte estéril es algo que me transtorna.
Y con mi novio, al ser tan nuevecita nuestra relación, me enfrento a ciertos aspectos de mi persona que desconocía por no "estrenar" novio desde los 17 años. Cuando hablamos de nuestras visiones de las cosas me doy cuenta que peleo con uñas y dientes por defender mi idea de las cosas, por no ceder, por no perderme a mí misma. Se diría, en palabras fáciles, que no "me aliviano". Y considerando que tengo veinte años, eso está muy cabrón. Tener tan fuertemente estructurado y cimentado mi mundo me hace más susceptible de resquebrajarme. ¡Pavor!

Y una última cosa, relacionada también con reflexiones que ha suscitado mi noviazgo. Creo que ahora entiendo por qué es más difícil entablar una relación formal con alguien mientras más grande se está. Uno va haciendo casi amistad con los fantasmas y los miedos que lo acosan, y cuando llega el momento de convivir con alguien más y ceder y acoplarse y acostumbrarse, uno ya no está tan dispuesto a flexibilizarse, a amoldarse. Uno presenta más resistencia hacia la idea de "aguantar" al otro. Mi consuelo es sentir, en momentos donde podría creer que ya no quiero seguir adelante, en algunos rincones oscuros de mi ser, las fuerzas suficientes para decir "vale la pena". ¡Caramba, ahora que lo pienso, nunca antes había reflexionado en lo fuerte que es esa frase! ¡Que algo sea tan bueno como para soportar una pena! Si bien ni mi relación ni mi proceso personal en la misma son tanto así como penosos, sí requiere un esfuerzo que estoy dispuesta a hacer. Y así, me siento un poquito más joven. Finalmente, la Real Academia de la Lengua Española define a un Duende como:
"Ser fantástico de los cuentos que altera, positiva o negativamente, la vida de la gente."
"Gracia o encanto especial, casi mágico, que tiene una persona o cosa."

Si la infancia es un río caudaloso que fluye libre, la vejez es una masa densa que tiende a estancarse.

lunes, 1 de septiembre de 2008

Mi cola fue a parar a El Mero Grullo

Resulta que mi chavo me invitó a pasar el fin de semana a la tierra del Cheshvan. Y fue la mera onda. El viernes que llegamos nos recibió su mama, una señora de lo más noble, servicial, alburera y simpática. Bieeen linda, la Tere. Ese día nos fuimos a La Bodeguita, un bar que está enfrente de La Alameda. 'Re te fresón, el bar, con equipales y toda la onda. Lo que de plano no tuvo nada de fresón fue el Karaoke y unas pinches morras con complejo de Julieta Venegas que nomás nos estaban poniendo a todos hasta la madre. Por supuesto, Cheshvan y Víctor se echaron una cantada de lo más chula (nota: como previamente habíamos nosotros -entiéndase por nosotros: el abuelo, Víctor, Duende, Cheshvan y yo- nefasteado a las acomplejadas de glamurosas, cuando Ches y Vic se pusieron a "cantar" aquellas tipas vengativas se desquitaron y abuchiaron a mis amiguis). ¡Ah, y cómo olvidar a la entrañable Ana La Luchadora! Resulta que estábamos todos cotorriando sentados en la banqueta afuera del bar del que nos acababan de correr y que se arrima una chica que también había karaokeado pero simulando a Shakira (incluso interpretó magistralmente -jajaj- sus movimientos de caderas) y que se empieza a ligar al Ches. Y que al Ches no le importa. Estaban hablando todos con esta chica que cada vez hacía más evidente que quería esa noche a Ches en sus sábanas cuando Duende y yo nos fuimos a dar un beso en paz (los amigos de mi novio continúan su labor de nefasteación) abajo de un árbol enfrente de todos los demás. Así la cosa cuando de repente quito la mirada de la cara de mi chavo y veo que Ana/Shakita está haciendo un SPLIT de la NADA!!!!!!! Oh my fuckin God!!!!!!!!!! Y Cheshvan y toda la bola con cara de que estaban presenciando al mismísimo Diablo haciendo gimnasia. Cristo Redentor, fue increíble y aún no lo supero.

Poco a poco, yo me fui poniendo súper inflamada y estreñida hasta el punto en que ni siquiera podía caminar rápido o moverme mucho. Realmente creí que me iba a morir. Tuve miedo. Pero neeeeeel. A la mañana siguiente amanecí igual de inflamada pero sin dolor alguno. El sábado fuimos al río llenos de ilusiones: "vamos a nadar", decían algunos; "quizá veamos un arcoiris y una sirena nos salude", decían otros. Pero pura madre. El río estaba bieeeen crecido por las lluvias y pues cuál bañada y cuál arcoiris y cuál sirena. La naturaleza nos dio atole con el dedo. A lo más que llegamos fue a cruzar CAMINANDO el río (la corriente estaba pinche fuertísima y casi nos carga el payaso) y ser víctimas de una picotiza descomunal y apocalíptica por parte de los mosquitos aborígenes. Anyways... Nos piramos a la chingada de ahí y nos fuimos a comprar un posho y unos chesquitos. Y ya íbamos muy monos todos al lugar donde íbamos a comer (muy bucólico, por cierto, con pajaritos y un silencio muy tranquilizador) y que nos agarra la lluvia. Y que no nos agüitamos. Y que nos mojamos bajo la lluvia. Estuvo perrísimo. Estaba bien fría pero era una sensación bien chingona: solos quién sabe dónde rodeados de naturaleza y con un chubasco mojándonos. Ahí nos pusimos a gritar y reír y los muchachos a bailar como changos (para entonces ya habían llegado también Memo, Vladi y Mextli, la novia de este último), quién sabe por qué chingados. Y de súbito el Cheshvan se puso bien místico y nos enseñó una canción satánica para invocar a la lluvia. Y la dijimos todos con los ojos en blanco y al revés y dejó de llover. Jajaja, la neta sí dijimos una canción indígena para invocar lluvia y sí se detuvo, pero no era ni satánica ni nosotros actuamos como poseídos (bueno, finalmente ellos bailaban como changos). Y nos sentamos en una banquita de cemento y a comer posho. Jijijí, jajajá, todo muy padre hasta que me di cuenta que todos habían tragado como cerditos y a mí no más me habían dejado una pinche piececilla de pollo. En vista de que como despacio, algún cabrón por áhi se avorazó y me quitó MI ración de alimento. Pero no supe quién...

Fuimos a la casa de Ches a bañarnos y la chingada y de ahí a una fiesta que fue la mera onda. Mi cerebrito estaba produciendo un chingo de endorfinas y estaba todo hiperactiva y eufórica baile y baile y brinque y brinque al ritmo de los grupos TOP MACHIN de la secu, como Offspring, Red Hot Chilli Peppers y Deftones. Terminé bieeeen cansada.

Y el domingo nos levantamos y fuimos a desayunar un desayuno de esos domingueros mexicanotes grasossísimos deliciosos. Mmm... Y nos retachamos a la casa y pasé el resto del día leyendo, hasta que ya fue la hora de regresarnos.

Por cierto...

Citricidades...

Voy tan rápido que no me alcanzo a mí misma. Soy un remolino incomprensible para cualquiera, incluida yo. Paso enfrente de los cristales y soy un reflejo borroso, febril, repentino, momentáneo, huidizo. Huidizo. Sí, sí que huyo. Me escondo, cuando puedo, bajo el edredón de mi comodísima cama. Me escondo en los brazos de Duende. Me escondo frente a la pantalla de mi computadora para huir entre las letras como huyen un desquiciado, un ingenuo, entre las paredes de un laberinto. Pero la literatura siempre me agarra. Me cacha con las manos en la masa. Si yo me quiero esconder, las letras me expulsan de su reino encantado por reinas y príncipes feroces y valientes, que dan la cara y que no temen.
Yo soy efervescente y rápida, tan rápida que mis ojos no alcanzan jamás a mi espalda. Pero voy eternamente en búsqueda de un momento por congelar, de un beso por saborear, de unos ojos por memorizar. Conduzco rápido pero escucho música tranquila. Me enamoro rápido pero degusto suavemente. Hablo rápido pero (procuro) pienso lento.
Soy la encarnación de la prisa en eterna búsqueda de la lentitud, en fin.

martes, 19 de agosto de 2008

¿Qué dicen de mí...

... unos converse amarillos, una mini falda y una bandera pirata clavada en una de las paredes de mi habitación? Busco acompañante para el concierto de Blonde Redhead. Me han dejado abajo de último momento y el boleto lo puedo vender en 250 pesos... ¡No quiero ir sola!
Noticias de último momento: ya tengo acompañante para el súper concierto. Un abrazo, Duende! =D

lunes, 18 de agosto de 2008

Hola, compañeritos, soy Mandarina y me cagan las presentaciones.

Hoy fue el primer día de clases y hubo presentaciones. Como siempre. Ash. Mega ash.
Las presentaciones en la clase de Fernando Cornejo estuvieron bastante bien, porque no hizo ninguna dinámica propia de mocosos de kinder ni nada por el estilo. Simplemente dijimos nuestros nombres y no sé qué otras mamadas sin importancia.
En la clase de Roy las presentaciones me cagaron la madre porque al principio dijo unas preguntas que me parecieron muy buenas y hasta ganas me dieron de contestarlas y que todos mis compañeritos supieron eso acerca de mí. Pero al Roy se le fueron las cabras al monte y sólo le preguntó a algunos y a los demás nos mandó al pito. Además de que levanté la mano como cinco veces y sólo me la dio una.
Pero la de veras pioorrr fue la de Arturo Michel, profe de Conocimiento y Cultura. Pero qué profe tan de hueva! Habla en un tono monótono y yo pierdo el interés a los tres segundos de que abrió la boca. Lo machín vasca de su dinámica de presentación (totalmente para niños de kinder) fue que nos tuvimos que "aprender" (yo simulé saber pero en realidad no recuerdo ninguno) el nombre de toodooos los putos compañeritos. Primero tenías que repetir el nombre del que estaba a tu derecha y luego el de la izquierda. Luego dos a la derecha y dos a la izquierda. Luego tres. Y hasta morir. Bueno, tres fue lo máximo pero para entonces yo estaba muerta del aburrimiento y de la apatía. Y no satisfecho, después de esta mamada conoce-el-nombre-de-tu-vecino-que-seguramente-la-clase-que-sigue
-ya-no-vas-a-saber-quién-es-quién-porque-todos-se-van-a-sentar-en
-un-lugar-diferente nos hizo a todos decir nuestro nombre, carrera/semestre, el logro del que estuviéramos más orgullosos, lo que nos agrada y lo que nos desagrada. Cristo Redentor. ¿Qué coño responde uno a eso? ¿"Me gustan los frijoles de mi mamá y me desagrada encontrar caca en los baños públicos" o qué pitos?
Bueno, hasta ahí con las presentaciones paridas por el diablo...
Descubrí algo terrible. En las tres clases que tuve, como de costumbre, participé como la ultra ñoña que soy, pero descubrí que especialmente este semestre (bueno, al menos hoy) estoy diciendo PURA babosada. Como si un alien con retraso mental se hubiera instalado en mi cerebro y en cuanto abro la boca empiezo a vomitar pendejadas alienígenas. Eventualmente opté por quedarme callada. Qué prudente soy, me amo.
Y estoy bien feliz por una pequeñez hermosa (qué cursi soy, me cago). Resulta que parte de mi filosofía de vida es esa mamada cursi (qué raro) de la cadena de favores. Sí, sí, como la peli pero yo no hago favores taaaan grandes como regalar un Jaguar o traer a mi casa un indigente. A mí me gusta (o es más fácil) lo sencillo, como dejar pasar al peatón, a un carro, sonreír, regalar cosas y así... Y siempre que lo hago espero que ellos lo agradezcan y lo apliquen. En fin. Iba hoy por periférico hecha la mega mocha porque iba bien tarde y en eso vi que se quería meter a mi carril un carro, entonces frené y lo dejé pasar. Pasados unos kilómetros, como iba medio desesperada, me metí por un carril inexistente (culerísimo, lleno de piedras y baches), casi llegando al ITESO. Entonces eventualmente descubrí que en mi ibiza no iba a poder pasar (enfrente de mí iban unas lobos todo poderosas que sí pudieron) y me paré en seco y volteé a ver a la persona que iba manejando el coche del que había quedado al lado. Y resultó que era al que yo había dejado pasar. Y con una sonrisa, la chica también me dejó pasar a mí. Y mi día comenzó genial. Virgen pura, qué idealista y romántica soy.

domingo, 17 de agosto de 2008

Mi depa

(¿Qué pasa si un texto comienza, de repente, con dos puntos? ¿Crea mayor expectación?)
:

Este es el primer post-no post desde mi nuevo depa.
(Lo que pasa es que no tengo nada que decir.)

Mentiras, mejor sí voy a decir algo.
Estoy bien fatigadísima por la mudanza. Llegamos el viernes para traer camas, sillones y demás de Tepic y yo me volví loca. Subí chorrocientas mil veces los dos pisos que separaban mi depa del coche y la camioneta (hasta me puse roja, como en el spinning) y en un ratito estuvo todo trepado. Pero patas arriba. Luego a casa de mi tía a recoger lo que ahí tenía. No me había dado cuenta de cuánta ropa tenía... y bueno, en términos generales, mierda de todo tipo acumulada. Pero sobretodo me nefasteó tener tanta ropa. Ni sirve de nada, de todos modos. En exceso, pues. Nomás que a veces me agarra lo vana.

Y bueno, ayer sábado todo el día arreglando cosas, acomodando, comprando lo que hacía falta y etc etc. Pero en la noche tuve recompensa porque la luna era la mera onda y además fiesteé doble: eran los festejos de los cumple de Diego y de Santi. Y me la pasé re bien con mis cuatachos universitarios a quienes no veía desde mi exilio.

Y hoy... hoy tuve que meter y tirar toda las cochinadas que conservo. Bueno, no todas son cochinas. Ni todas las conservo. En fin, unas fotitos. Primero: ¿qué ofrece el depa?
Alacena con capacidad de almacenamiento suficiente para todo un pueblo somalí.
"Refrigerador" marca Coca-Cola.
Ventana chorriada.
Pero ahora: ¿qué tenemos nosotras (Caro y yo) que ofrecerle al depa?
Por sobre todas las otras mamadas, un sofá bien ochentero. Y nosotras mismas, claro :D
Foto donde simulo que abrazo a Caro, porque no la he visto desde que ella llegó de Brasil y yo llegué a Guadalajara. La bitch me mandó un mensaje ayer diciendo que estaba en la playa y llegaba hoy.

jueves, 14 de agosto de 2008

Amores arrastrados desde lejos en el tiempo y el espacio.


Yo amé a Paco. Pacó me amó a mí.
Pacó se abandonó a sí mismo. Paco me abandonó a mí.
Yo sigo amando a Paco. ¿Paco me seguirá amando a mí?

(Nota para el lector: el amor que hubo entre Paco y yo no fue de pareja.)

domingo, 10 de agosto de 2008

La playa y otras mamadas

En los tres meses que duró el verano fui tres veces a la playa y todas fueron bien chidas.
La primera vez fui con Lili y Ricardo y fue mágico. Todo era lento, hermoso y parecía estar en armonía. Nada importaba demasiado. Los silencios flotaban entre nosotros como atándonos en vez de alejarnos. Me metí a bañar sola al mar y nadando descubrí a Ricardo mirándome atento, como cuidándome. Y guardé ese pequeño trozo de tiempo en mi corazón. Puede que sea bien pacheco y que incluso le dé un poco lo mismo si estoy a su lado o no (que en el fondo creo que no le da tan igual) pero tiene un corazón inmenso, y sé que me quiere. No sé exactamente en calidad de qué, pero sé que me quiere y que le gusto (en el sentido más básico del verbo). Creo que no lo sabían, pero éramos inseparables en prepa, antes de que me fuera a Europa, y en la secundaria me defendió de las garras de los malvados -de verdad que me parecían malvados- de mis compañeros, aunque algunos de ellos fueran muy buenos amigos suyos.
La segunda vez fue mi regalo de cumpleaños de Migue. Fuimos el sábado por la noche y había tormenta y nos tocó ver unos relámpagos increíbles!!
Y la tercera fue hoy. También fue muy bonito. El mar estaba muy picado y era peligroso así que sólo estuvimos un ratito. Comimos sángüiches hechos por mí y nos tostamos bajo el sol de las dos de la tarde. Y yo, por primerísima vez en mi vida, me puse un bikini bien encuerado. Siempre había tenido traje completo por mi complejo de gordura, y cuando volví de España me compré uno que era el calzón y arriba una especie de blusita que me llegaba abajo del ombligo así que la grasa quedaba encubierta. Pero hoy, ¡hoy!, decidí ponerme uno que me regaló mi hermana hace como un año. Calzón y micro bra (tuve que luchar contra él estando nadando. De hecho se me salieron los pechos más de una vez). Nunca lo volveré a usar por lo que acabo de anotar entre paréntesis pero fue casi milagroso ese sentimiento de seguridad propia, de respeto por mi cuerpo y de amor por la unidad entera y multifacética que soy yo. (¿Por qué todas las declaraciones de amor propio suenan tan pretenciosas, mamonas y narcisistas?)
Quería compartir las fotos pero no encuentro el cable USB =(
Este viernes llego ya a la perla tapatía. Y ya extraño terriblemente todo lo que dejaré: mi gata, mi hermosa sobrina, mis hermanos, mis papás, mi cama, las nieves de Polo, el sushi Yukko y a mis amigos Manuel y Ricardo.
Está lloviendo y yo escucho Trembling Blue Stars. Qué miedo. La melancolía me está invadiendo lenta pero decididamente. Habré de luchar. Hoy quiero terminar de leer Confabulario y melancólica no es precisamente el estado de humor que estoy buscando para leer a Arreola.
Por cierto, me he enterado de que le gusto a otro chico y sigo inmune. ¡Quiero de vuelta la emoción que sentía en la secundaria!

sábado, 9 de agosto de 2008

Reflexiones de mall. Ash.

Ayer fui a comer con Lili y Migue a la sala de comida de la Plaza Fórum. Y está horrible, aberrante, de-nefasta-lo-que-sigue. Todas las paredes son de un material (tabla roca, yo supongo) que contamina mucho y representa la fragilidad, la sinteticidad y el espíritu celérico (o sea, esa idea compartida de que el tiempo apremia y hagamos todo en chinga) de la modernidad (post, líquida, light, llámesele como quiera). La mayoría de las señoras son así: treintonas, delgadas-pero-con-grasita-desparramada-que-los-pantalones-a-la-cadera-han-ocasionado, mega entaconadas, ultra maquilladas, planchadas y con rayitos rubios. (¿Las mamás entaconadas tienen más valor -al menos físico- que las progenitoras que usan zapatos de piso? Digo, siempre es más el esfuerzo que hacen, ¿no? Al menos en las pantorrillas...) Y luego el común de las adolescentes (entiéndase de catorce a diecisiete) están hechas en serie: pantalones entubados, zapatitos de esos que se pusieron de moda, chalecos (si es que se les puede llamar así a esas deformaciones modernas), greñas planchadas y algunos pelos más cortos que parecen cresta de gallo.
Cristo redentor... la "gente transgénica", dijera Yezin.
Además, hay unas áreas de juego para niños que hacen unos ruidos espantosos y peligrosos. Peligrosos sobretodo porque después de un rato pasan desapercibidos, lo que significa que se adherieron al alma y ésta se acostumbró a ellos y ya no los nota. Ruido blanco, como le dicen.
Mientras mis acompañantes iban a recoger nuestra suculenta comida, yo me empecé a quedar dormida en la mesa que estábamos, pero no dormida normal, sino dormida reflexionante. Es decir, estaba piense y piense, pero cuando llegó Lili a decirme "Sara, ve por tu plato" tardó como cinco "Sara's" en hacerme volver a la realidad. Y lo que pensé mientras estaba semiconsciente fue en cómo los juguetes modernos tienen una doble función nociva en los infantes: por un lado, por el material con que están hechos, resultan estupidizantes, ya que el plástico es una textura "plana", por llamarlo de algún modo, y esto provoca que los estímulos que recibe el niño no sean tan ricos como si el material fuera madera. Por otro lado, los juguetes que están en boga actualmente (como los BMW para chilpayate, las bratz -estoy en permanente estado de shock por lo putas que son y por lo poco que parece importarle a los padres de familia que éstas sean las nuevas modelos, tanto de comportamiento como de belleza, de sus chamacas-, etc) contribuyen a facilitar la integración del recién llegado ser humano al orden y la estructura del mundo occidental. Es decir, incentivan al niño a hacerlo tragón, perezoso y poco imaginativo e inventivo. Los juguetes están siendo diseñados para que los niños obedezcan. (¡Oh, futuro apocalíptico!)
Y todo esto viene a cuento porque en la mentada sala de comida de la plaza inmunda a la que erré en ir a comer ayer hay una estructura gigantesca (de plástico, pa' variar) donde hasta arriba hay cañones que avientan pelotas (adivinen de qué material), haciendo un ruido estruendoso mientras. Imagínense nomás: criaturas que están recién aprendiendo todo puestas a disparar, de la manera más estéril y monótona (y por tanto imbécil) bolas de plástico a un blanco cualquiera (que en un futuro podría traducirse en una persona, un cristal, un carro, un pajarito...). Recordé ahora una anécdota que comentó algún profesor en algún semestre: un niño le disparó con una pistola de juguete a una prostituta. Cuando fue interrogado al respecto, respondió: le disparé porque las prostitutas son malas. Bien lo dijo ya alguien: los hijos son el reflejo de los padres.

Pronto a clases nuevamente.

jueves, 7 de agosto de 2008

Cuando yo era darketa...

(A mis dieciséis) Nomás me vestía de negro y escuchaba Therion y Led Zeppelin.

Ya tengo depa. Ya estoy en Tepic. No tuve tiempo ni para amigos ni para scratch.

Ya están las fotos de Zacatecas en el blog de mitch.

martes, 5 de agosto de 2008

En vivo desde Gdl

Buscando depa. Dando de alta materias. Esperando ver a mis compas. Y también (esperando) tener tiempo de ir a tomarme una michelada al Scratch. Oh, bendito Scratch.

domingo, 3 de agosto de 2008

Sólo porque es mi cumple: 2 x 1

Pequeños milagros, de Eliseo Subiela

Por lo general las cosas y las personas nos arrancan los suspiros, pero el cine de Subiela nos los brinda. Hay gente que dice que con cada suspiro morimos un poquito; entonces, la cinematografía de este argentino nos hace estar un poco menos muertos.
Sus personajes son seres en apariencia ordinarios (aunque nunca comunes), pero que ocultan una excepcionalidad entrañable. Gente que sueña y que tiene fe. Gente que lee poesía. Gente valiente, gente que ama, gente que observa y que escucha. Gente que siente.
Los guiones están llenos de reflexiones profundas pero sencillas, pletóricos de lirismo y filosofía.
La fotografía es precisa: hermosa y sin pretenciones.
Pequeños milagros trata de una cajera de supermercado que cae en la cuenta de que es un hada, y a partir del descubrimiento trata de regresar al universo al que verdaderamente pertenece.
La súper recomiendo.

Soledad, de... mío.

A veces creo que dependo mucho de los demás. Porque si no me ven los otros me da por creer que no existo. Por eso me da tanto miedo la oscuridad. Me quedo quietecita y trato de congelarme lo más que pueda. Me aterra pensar que podría descubrir que efectivamente no existo. Que sólo yo me conozco a mí misma. Que hable muy alto y nadie reaccione; que atraviese un muro; que sólo yo me pueda ver y palpar.
Perdón. Es que a veces me da por confundir la relación oscuridad-ser con la simple soledad a oscuras.