jueves, 28 de octubre de 2010

Los himnos de los '90. Parte 1.

Parece ser que en la década de los noventa se compusieron, distribuyeron y cantaron hasta el cansancio algunas canciones que se han convertido, desde su génesis o con el paso del tiempo, en himnos. Es decir, iconos de la época que lograron hacer clic con toda una generación. Algunas de estas rolas, incluso, continúan siendo buscadas y degustadas por los nuevos jóvenes o adolescentes (y los que andamos por los veinte y treinta años, no podemos dejarlas ir).


En esta primera entrega, hablaré del Himno de las Ardidas. ¿A quién me refiero? A Alanis Morisette y su inmortal pieza: You oughta know.


"Are you thinking of me when you fuck her?"


Alanis Morisette, una canadiense (ahora naturalizada gringa) de 36 años lanzó al mundo esta canción cuando tenía nada más y nada menos que 21 años y dos discos grabados. Esta canción fue, en gran medida, la razón de su éxito vertiginoso e internacional. ¿Por qué? Porque la faz de la Tierra está poblada de mujeres que se sintieron identificadas con las letras de esta composición. El mundo está lleno de chicas a quienes han abandonado por otra (y de chicos también, pero aquí no los incluiremos) y que están rabiosas y despechadas. Así que esta canción fue el estandarte de todas aquellas que dijeron (probablemente en el bar, borrachas y recostadas sobre la barra o la mesa) "¿Ah sí? ¡Pues chingas a tu madre, pendejo!"


La canción es contagiosa y, como algunas buenas canciones de rock pesado o de metal, provocan ira, aumentan las dosis de adrenalina en el cuerpo y, en pocas palabras, nos ponen locos y gritones. Además, está aderezada con frases inolvidables como las siguientes:


-¿Ella te haría un oral en el teatro?

-¿Ella sabe que me dijiste que me abrazarías hasta la muerte?

-Estoy aquí para recordarte el desmadre que dejaste cuando te fuiste.

-No estoy muy bien y creí que debías saberlo.

-Fue una bofetada lo rápido que fui reemplazada.

-¿Piensas en mí cuando te la coges?

-Y cada vez que entierro mis uñas en la espalda de alguien más, espero que las sientas... Y bien, ¿las sientes?


Wow.


Lo que me parece realmente valioso de esta canción es la valentía y el descaro con que le dice las cosas. Sin complejos, sin vergüenzas. Es un proceso en que te vuelves vulnerable ante el otro, el ogro, el que te jodió. O sea, sin pedos y sin orgullo, te digo que me chingaste porque la neta te quería y vales pito y no mames qué mal pedo. Me gusta mucho la de "no estoy muy bien y creí que debías saberlo". ¿Por qué habría de saberlo el tipo? Si te dejó en un principio por otra, así sin más, es porque, de verdad, no le importas tanto (me acordé de esa película malísima que se llama He's not that into you y que por supuesto jamás se convertirá en referente de nada).


Con el paso del tiempo, ella declaró que "sólo siento compasión hacia aquella parte de mi que reaccionó de aquella forma, tomándome su abandono de esa manera tan personal. Esto es algo que noto conforme me hago mayor, y es que me tomo las cosas de forma menos personal." Bien por ti, Alanis. Nosotras seguiremos ardidas por siempre, gracias a tu inmortal creación. Aunque no estemos de verdad ardidas. Y cuando brinque esta rola en el iPod o en el radio, la cantaremos gritando hasta desgarrarnos la laringe y te recordaremos por haber sido la heroína, la mártir, que se sinceró por todas nosotras.


Les dejo el video donde la canta con los labios pintados de verde. Right on.