miércoles, 30 de julio de 2008

Decir que turistear fatiga es una mamada...

... porque en realidad mata. Estoy estreñida desde hace dos días porque la mentada comida típica de Zacatecas está pinche condimentadísima y mi débil estómago no puede más. Además hemos andado como perro sin dueño, de arriba para abajo y la mera verdá' es que las piernas ya no me dan para mucho más... ni el pinche spinning me hace el paro de ponerme en forma.
Bueno, las novedades son, básicamente, las siguientes:
- Ayer entramos mitch y yo sin querer a un bar gay y nos dimos cuenta hasta que estábamos dentro, porque de repente los machos hablaban como divas, las divas estaban en realidad travestidas y las mujeres "verdaderas" se toqueteaban entre sí. La neta nos vimos bien pendejos porque el bar se llamaba La Catrina, y a la entrada estaba una catrina tamaño natural con un rebozo pinche grandísimo del color del arcoiris... o sea, bandera gay. Y yo me puse bieeeen happy. Pero no ahí. No, señor. Me fui a poner briaga al "Antrova" (se me hace re te pretencioso el nombrecito) con mi familia. Sí, señor. Como Dios manda. Y eso que nomás me tomé dos micheladas y un baileys. Jijijij. Y estaba un vato cantando canciones de Sabina, pero las interpretraba vergonzosamente y sólo conseguía arruinarlas. Ash. Pero yo bieeeeen happy. Salí risa y risa.
- Nuestro hotel como que he venido a darme cuenta que nomás no. A cada rato tenemos que marcar en nuestro teléfono el número Cero para que nos contesten en la recepción y pedir y pedir y pedir rollo del baño. Yo creo que ellos creen que somos bien cagones. Y quizá lo seamos (:D). Y luego nuestra habitación huele a caca. Y no porque seamos (o no) cagones. El misterioso tufo viene de la coladera de la regadera. Y es imparable. E insoportable. Tenemos que tener permanentemente la puerta del baño cerrada. Pero el problema es cuando uno tiene que "evacuar". Pero no es todo. Todo el hotel huele a naranja podrida. Dice mi hermano que la bodega está cerca de nuestra habitación y por eso nos llega bien cabrón el olor, pero lo peor de todo es que ese olor que me chuto todas las mañanas al salir y todas las noches al volver es el mismo que me tomo todas las mañanas en el pinche jugo de naranja.
- Los guías de esta ciudad tronquean. Unos dicen una cosa y otros otra. Por ejemplo, uno dijo que el cerro de la Bufa toma su nombre del aragonés "Hígado de animal" y otra dijo que del vasco "Vejiga de cerdo". Qué dilema, ¿a quién creerle?
- No mamar a la chorrocientosmil potencia con el museo Pedro Coronado. El museo dizque es de arte universal pero en realidad es una vasca bien machina. En una misma habitación hay un sarcófago "original" de no sé qué pinche siglo antes de Jebús y enfrente máscaras del África Negra (se oye tan discoverychannelesca esta frase). A mí se me hace que todas eran piezas réplica o bien, robadas. Además había una gran parte del museo abarcada por arte europeo. Nuestro guía (un pelafustán tan odioso e ignorante que mejor no digo nada porque me privo del coraje) le hizo creer a unos chilangos (todavía más ignorantes que él, supongo) que un dibujo a lápiz de Carabaggio era original y que como cincuenta grabados de Goya también. Y los pinches defeños con la bocota abierta de la sorpresa. Hablaba, nuestro sabio maestro, del "subrealismo" y del arte "abstrapto"; de que el cubismo de Picasso se basa principalmente en "deformar mujeres" y una sarta de mamadas más... Oh my fákin gad...

Ash, se le está acabando la pila a esta madre. Las fotos se las sigo debiendo. Mañana llego a Guadalajara y quizá me quede unos días. No tengo saldo. Quien me quiera ver que me busque jaj. Chau!

domingo, 27 de julio de 2008

En tiempo real desde África Septentrional

Jaj, la neta no. Nomás me vine a Zacatecas.
Sólo voy a comentar lo más destacado hasta el momento:
-En el camino de Tepic a Zacatecas se me borró la raya de las nalgas y ahora sólo tengo una gigantesca.
- No sé qué coño dijeron mi hermano y mi mamá que empecé a llorar de la risa. La última vez que recuerdo una risa tan cabrona fue en España... con mitch también.
-Manejé un rato en la carretera y estaba pinche estresadísima, entonces venía como a ochenta, entonces mi papá me dijo "hazte a un lado (o sea en la carretera, no literalmente yo) porque así vamos a llegar hasta en la noche", entonces me orillé y fui pasajera de nuevo, entonces lo nefasteé todo el camino hasta que me volvió a dar el coche. Entonces fui de nuevo conductora pero ahora a ciento-cientoveinte y estaba más pinche estresadísima.
- Zacatecas está bien chulo. Está padrísimo el pedo este del viaje en familia porque mi papá se la pasa de esquina en esquina rememorando cosas de su infancia (como ya me había imaginado yo) y habla y habla y habla. Resulta que en la primaria se peleó con un tal Torres que dizque muy grande y tronchado y ¿queeee creeeen? ¡Pues le ganó! Y luego hizo llorar a otro niño que se llamaba Jesús Marmolejo porque estaban viendo en clases una fábula que dice mi papá que se acuerda que terminaba con un "Entonces Dios castigó a Conejo (atención con lo que los libros de la SEP incluían en sus textos de primaria en la década de los 60)" y él, nomás porque rimaba, sólo dijo "Jesús Marmolejo", entonces todo en el salón se cagaron de risa (aaahhh la hermosa infancia de otrora, con mentes sanas sin Wii ni iPods y shits del estilo) y el tal Chuyito lloró.
- Cenamos en una taquería que está frente al hotel al que llegamos (cuyo recepcionista tiene la ceja depilada, rimel y hoyitos en las orejas... no quiero prejuzgar pero se me hace que es gay...) y me está doliendo la panza al estilo "me va a dar chorro en breves".
Más nuevas (y fotos) próximamente!!

viernes, 25 de julio de 2008

Miscelánea de odio y dolor e incoherencias. Todo abominable.

Estoy a un paso de que me cargue la chingada. Nunca, ja-más en mi viduela me había dolido tanto un desamor. Ni el desamor del bien-oliente Héctor. Es que claro, ése no fue desamor. Fue más bien como cuando uno se emberrincha con unos tenis y no te los compran. Yo quería a ese metalerillo para mí pero él no se quería para mí. Inteligente, el muchacho. Coñocoñocoño. Ahora entiendo todas esas putas cursiladas de que hasta cuesta trabajo respirar.
Si el dolor oliera, posiblemente me habría muerto ya de intoxicación pulmonar. Si el dolor oliera, entonces la muerte lenta incrementaría mi dolor y así el olor crecería y la muerte se aceleraría. Pero no. Tengo todo lo que acabo de decir sin el olor. Es decir, sólo dolor. Duele, y luego duele un poco más, y luego otro poquito, cuando creías que ya no podía doler más. Hace rato me dieron escalofríos de pensar en mi vida sin él. ¡Otro! ¡Dios mío, otro! ¡Otro escalofrío! Me entran por la oreja derecha y me recorren todo el cuerpo. Casi me paralizan. No, de hecho, paralizada ya estoy. Postrada en mi cama escribiendo esto cuando supuestamente los gajos ya iban a ser más discretos. Bueno, al menos no digo nombres.
Y no puedo ni llorar, reputísima madre. Tengo las lágrimas gangrenadas.
"Soñé tu cara un millón de veces y juré que te sacaría" dice Marissa Nadler en su video musical Mexican Summer.
Casi me puedo ver desde fuera. Echada en la cama, con las manos sobre mis ojos y la boca abierta, exhalando lento todo el aire y esperando a que el corazón se detenga. Aunque sea un momentito. Por favor. Que ya no sienta, que ya no duela.

Mañana me voy. No tan lejos como quisiera. No me voy lejos pero me voy profundo (el cumplido más chido que me han hecho es llamarme "belleza profunda" y me lo dijo un chavo que no quería -ni quiere, pues- conmigo. Creo que eso lo intensifica como cumplido, ¿no? Que haya sido dicho sin esperar nada a cambio). Es un viaje que hago para estrechar la relación con mi papá. Vamos a Zacatecas. Yo no conozco; él allí nació. Estoy segura que estando ahí él empezará a recordar muchas cosas de su infancia y yo voy a tener mis oídos para nada más que para sus palabras. Lo voy a mirar y lo voy a escuchar y voy a vivir con él (aunque décadas después) sus aventuras de infancia. Casi como si fuéramos amiguitos. En el lazo, entonces, que nos une, voy a ser una funámbula, para acercarme más a él.

Ahora que lo pienso, nunca me han regalado flores ni llevado mariachi. No me gustan las rosas aunque me apellide así. Tengo entendido que todos los apellidos que empiezan "de la...", "del...", "de los..." son judíos. Quizá mi flor preferida sean los tulipanes. Otra razón para ir a Holanda. Por cierto que del Wietse ya no sé nada. Siempre he querido saber hablar cinco lenguas. Me faltan dos y media (el francés no termina por querer ser domado, y aún no empiezo con el italiano y el portugués). Admiro terriblemente a Pessoa. Me causa ansiedad saber que hay muchos libros por leer y yo llevo tan pocos. Pronto me voy a depilar con láser, para ponerme faldas siempre que quiera. Compré una hace poco. Mini. Esos coches no me gustan, me dan claustrofobia. El Guille (mi carro) hoy estuvo de lo más mamón. Mi velocidad preferida es la tercera. Me enfurece cabroncísimo que las calles de mi rancho estén todas pozudas y que cuando llueve mucho, el agua tapa los hoyos y no se ven y uno cae en ellos. Choqué hoy, por cierto. Leve. Y ayer me chocaron. Más leve aún, pero me encabroné bien cabrón. Les platico brevemente. Yo le cedí el paso a un Corsa que estaba estacionado en un cajón y entonces el corsa (que se supone -aunque parezca de perogrullo- que ya me había visto porque si no le hubiese cedido el paso no hubiera podido salir) se empezó a echar en reversa y cuando creí que estaba demasiado cerca de mi delantera pité, pasó un segundo y el imbécil (luego dicen que las mujeres manejamos mal... idiotas) me chocó. Me pasé la mano por la frente y murmuré "puuuuuta madre!!!!". Nos bajamos ambos. Y (atención:) me dice el mega idiota: ¿Está tonta, señorita? ¿No está viendo que estoy "echando el reversazo"? Y entonces, en súper shock, lo único que acerté a decirle fue: Señor, yo le di el paso a usted ¿y todavía me reclama? ¡Usted fue quien la cagó! ¡Yo estaba estacionada aquí antes de que usted saliera! Y sale a mi "rescate" otro señor que le dijo en su big stupid face al otro señor que efectivamente él había sido el culpable. Entonces me dice el señorhéroe: anota sus placas. Y grita el chocadorimbécil -que rápidamente se dirigía a su pinche corsa vale pitísimo-: ¡si quieres te doy mi domicilio! Y dice el señorhéroe: pués déselo. Y arranca y se larga. Y yo, frustradísima y aún en shock, le grito (atención, soy tan civilizada y pacifista): ¡Cobarde!

Ajustes estructurales

Había estado yo muy contenta con mi blog, pero la verdad es que quién sabe por qué. No sé si soy demasiado ególatra y narcicista y creo que lo que me pasa o pienso o siento a los demás les va a importar, o si es que volco mi vida en este "sitio" para desahogarme y, después, al releerme, comprenderme, hallarme a mí misma.
El caso es que tanta vida privada y tanta sinceridad que se encuentran aquí me han acarreado problemas. Yo respondo con la frente en alto por todas las cosas que aquí he dicho y no me arrepiento de nada. No obstante, no estoy pendeja. Y no la voy a seguir cagando. Así que, lectores queridos, este blog, de 'hora en adelante será más discreto.
Si eventualmente descubro que la gracia (si es que la tiene) de este blog eran mis intimidades, pues entonces se cerrará y morirá por la paz; si no, si encuentro que mis reflexiones o mi literatura (lo que de ahora en adelante principalmente se encontrará aquí) tienen algo de... "trascendental"... pues ya se verá.

Bah... La intención era decir algo más, contar algo que me haya pasado últimamente, pero la neta es que no estoy de ningún buen humor para hacerme la que no pasa nada. Además, todavía no logro establecer claramente cuáles anécdotas cotidianas sí voy a publicar y cuáles me voy a guardar. Estoy en blogcrisis (jajaj, válgame dios).

Eehh jaj, ya pasaron como cinco minutos desde que escribí lo de arriba y me acordé de una imbecilidad bien simpática que se me hincha la gana platicar: Ayer estaba haciendo cola en el banco Santander y está un vato (con cara de contador -¿?-) platicando con la cajera, quien repentinamente le pregunta (quizá estaba solteraurgida): ¿es de usted todo este dinero? Y el sujeto de calva incipiente y gafas le responde: ¡N'hombre, si fuera mío no estaría aquí!
Jajaj, me parece graciosíssimo que la banda, no más de pensar que tienen más varo, se imaginan que su vida sería bien archi distinta. ¿O sea que si ese tipo tuviera dinero no iría al banco o qué? ¿Estaría en Las Bahamas? ¿París? ¿Tendría empleados que hicieran esas futilidades mientras él se toma una piña colada en su piscina personal?

miércoles, 23 de julio de 2008

Se me olvidó mencionarlo...

Me picó un zancudo en la nalga derecha tan cerca del ass hole (no sé cómo o en qué momento) que cada que me da comezón me siento pecadora.

Vuelvo después de más de una semana

Odio las flores falsas (¿así se dice? ¿o artificiales, o postizas?) y lo que representan. Su éxito en el mercado es señal inequívoca de cómo la gente no está dispuesta al compromiso, ni siquiera con las plantas. Nadie tiene interés (o tiempo) por cuidarlas, observarlas, platicarles, y finalmente cambiarlas. Por eso mejor unas postizas, que estén ahí siempre, del mismo color siempre, "vivas" (porque en realidad están tan muertas que nunca estuvieron vivas) siempre; con una sacudidita basta, pa' que no se les acumule el polvo. También me emputecen porque creo que nadie (o la mayoría) tiene la sensibilidad suficiente para darse cuenta cómo progresivamente se plastifica nuestro mundo. La belleza de las flores y la magia y olor maravilloso que las envuelve es algo que no se obtiene con las artificiales, lo cual también me lleva a pensar en la importancia que le cedemos al aspecto estético (única función que desempeñan las falsas). Y por último, lo lujosas que son. Una flor natural es literalmente un regalo de la naturaleza que, con la suficiente atención, puede producir un gran "placer espiritual" (aunque la frase parezca eslogan de algún yoga para señoras fresas); las otras, en cambio, las tienes que comprar, y en estos días ¿quién tiene dinero para eso? Pues mi mamá. Ayer fuimos a Liverpool (cada vez me fastidia más este sitio) y ella quiso comprar unas (no tuve las agallas de mostrarle mi desacuerdo) para la casa de Vallarta y no pude evitar notar que cada vez son más sofisticadas y las hacen parecer más reales. Y esto último me deprime aún más. Imaginarme que hay gente en el mundo cuyo trabajo consiste en hacer parecer más reales unas flores falsas. Es decir, invertir tiempo en investigar materiales, colores y demás para hacerlas convincentes... Dios...
Ahora voy a hablar (o escribir, whatever) de Liverpool y el subdesarrollo. He notado desde que llegué a Tepic que para mucha gente esta tienda departamental se ha convertido en un centro de ocio. Es decir, ir a Liverpool es casi como ir a la plaza del pueblo o a un parque. Es el lugar de ocio por excelencia. Y esto sólo pasa en lugares donde no hay un proyecto eficiente de urbanización, donde todos, ¡todos!, puedan disfrutar gratuitamente de su tiempo libre. La gente que no tiene pa' comprar en Liverpool, pues va y chinga a su madre, y la que sí, pues también va y la chinga, porque no más se acaba su dinero (no puedo decir ahorros porque en este país nadie ahorra, todos viven al día con los mentados pinches créditos que al final de cuentas todos temen) y los recursos naturales. Además, por supuesto, de que se queda con un vacío gigantesco, porque comprar, señores, no deja más que una sensación de satisfacción/placer menos que momentánea, pasajera, transitoria. Anyway...
En lo que respecta a mí y no a lo que pienso de las cosas, pues ahí les va. Sigo trabajando en Magenta (así se llama la empresa, mañana hablaré de ella), pero ayer llegué a un acuerdo con mi jefe/hermano: sólo voy a trabajar hasta mediodía para poder dedicarme el resto del día a escribir y leer. Como Miguel tiene mucha fe en mí y realmente cree que voy a llegar a ser escritora, pues no le molesta cederme tiempo para trabajar (porque esto también es trabajo... con "esto" me refiero a escribir en general, no en el blog, esto esto es diversión y esparcimiento jaj) en lo que algún día espero me dé de comer.

En otras cuestiones, este fin de semana nos fuimos a Vallartuqui la japi fámili a celebrarts el aniversario de bodas de mis papps. Y estuvo a gusto. Siempre que vamos es pasarnosla de "gatos intelectuales", como a mí me gusta llamarle. Es decir, comemos, dormimos y leemos. Ah, y nos bañamos en la albercuqui. Ellos cumplieron 33 años y estábamos todos muy contentos. Mis hermanos y yo sentimos una gran gratitud hacia ellos, porque los tres recordamos ocasiones en que había mucha tensión y tal, pero ellos se mantuvieron al pie del cañón. Incluso lo admiten. Ellos mismos dicen que a veces voluntaria y gustosamente estaban juntos y otras no tanto, pero se mantenían juntos por sus chilpayatos. Ser su hija es una experiencia chidísima jaj. Es inefablemente chido. ... .

En lo que respecta a mis seres queridos, pues Migue ya volvió de Coyoacán, a donde fue a estudiar un curso al Colegio de México que se llamó México Contemporáneo 2008. Yo estoy contenta porque volvió. Al convivir con él me doy cuenta que no puedo cortar los lazos con él (al menos ahora) porque si nuestra relación (que oscila entre la amistad y el amor de pareja -no precisamente noviazgo. Nunca nos besuqueamos ni nada de eso-) muere, la parte de mí que moriría con ella sería muy grande y muy querida por mí. Y no quiero.
Y ahora, la graaan noticia: Manuelito (El hombre del ocio eterno) revive su amor por la chica. Claro está que yo no soy nadie pa' contarles la historia de amor de Manuel, pero el caso es que ama a una chica que voló un año y medio por el espacio sideral y ahora vuelve a solicitar espacio en el tiempo y el corazón de Manuelín. Y él está que se caga de emoción. Jaj, ese Manuelito es la mera onda, y me contó que le impactó tanto la intensidad de la noticia de la reaparición de la chica que duró dos o tres días durmiendo más de lo acostumbrando. Jaj, ¿se dan cuenta? ¡Lo desgastó emocional y físicamente la novedad! Sé que leerás esto, Manuelito, así que de paso te digo que si en gran medida estoy satisfecha con mi verano tepicense es por ti y nuestra tremendamente divertida y nutritiva amistad.

Y quién sabe por qué, pero me da la gana subir la foto de tres de mis amores frustrados. En orden cronológico: Manolo, que fue uno de mis novios "formalitos" (no más porque duré con él más que la media, o sea, como tres meses) en la secundaria, y a quien le rompí el corazón culerísimamente (no se me olvida cómo lloró cuando lo corté) (por cierto, en esta foto -chequen los emos asesinos de atrás- está con una de mis mejores amigas, Dulce, y es que ellos dos también fueron novios jaja, en la época en que yo estuve en España. No triunfó lo suyo tampoco); Logui, cuyo verdadero nombre es Rodrigo. Este chico es de España, lo conocí en la escuela a la que yo iba. Su madre es de Veracruz y su padre es español así que él es micha español, micha nopalero. Me pareció absolutamente guapíssimo cuando lo conocí y yo, como estaba bien idiota en aquel entonces, tenía pena de hablarle y nunca lo hice!!!! Está ahora estudiando cine en Barcelona y tengo entendido que sigue tan irreverente, inteligente, guapo, "pasota" (palabra españoleta pa' decir valemadrista) y brillante como cuando lo conocí. En la foto está con Layla, una chica que estuvo conmigo en algunas clases, súper enfadosa, mamona y engreída. Se creía Avril Lavigne (o sea, rockera-rosa y hermosa) en española. Me parece que están mordiendo un condón... Por último, está Wietse, un holandés que conocí en mi veranito en Francia cuando yo tenía 16 y él 26. Yo me trinqué (o sea, clavé) con ese güey, y él, a pesar de que yo también le gusté (a pesar de estar siempre terriblemente despeinada y gorda, como se aprecia en la foto) porque dijo que dizque yo era muy inteligente y teníamos una química perra, decidió dejar las cosas frías porque tenía morra. No obstante, hubo una noche chidíssima. Pasamos muchísimas horas juntos riéndonos y platicándonos. Fue increíble. Y no les voy a decir lo que pasó, porque tengo la obsesión de conservarlo únicamente en mi memoria (siempre que le platico a alguien sobre este "amor de verano" me reservo los detalles). Años después seguía conservando su mail y le escribí un mail, donde le anexé una foto mía. Dijo que estaba bien guapa, que había cambiado un chorro y que ya no tenía novia, además de que había empezado su propia empresa de no-sé-qué. Ash, ¿por qué los vuelos a Amsterdam no son baratos? ¡KLM, exijo que saquen más ofertas!

Los siguientes posts (que espero sean mañana y pasado) serán acerca de Paco, la teoría de la "confederación de las almas" y Magenta. Por cierto, ya rompí record en comentarios por post. Jaja, gracias, lectores-comentadores, sin ustedes no hubiera sido posible!! (Lagrimita)

lunes, 14 de julio de 2008

Personal. Personalíssimo.



Me había prometido a mí misma que el siguiente post iba a ser un poco más universal. Siento que las últimas cosas que le he subido a mi blog han sido demasiado personales, y que esto no resulta atractivo. Me había propuesto, entonces, escribir un ensayo y subirlo aquí.


No obstante, me sentía mal al respecto. Sentía ganas, realmente, de escribir, pero me autocensuraba. Decía "no, no, hasta que sea interesante". Y la verdad es que para qué pelear contra uno mismo. Al final ganó la otra yo, la que es un poquito más impulsiva, arrebatada. Además, ¡qué coño!, a quien no le interese leer(me) pues que no (me)lea. Finalmente el blog es un espacio mío, ¿no? Claro, la cosa es que los demás lean y comenten y shalalá, pero qué carajo...


Creo que la noticia más importante es que me siento vieja. A partir de la cancelación del viaje a Chile, me siento como derrotada. Parece que decidí no pensar demasiado en el tema y superarlo pronto pronto, para que no doliera mucho, y no me di cuenta que en realidad sigue doliendo. Y como consecuencia del NO a ese viaje ha venido el NO a todos los otros planes que tenía de conocer el mundo. Quien quiera que haya hablado conmigo hace un mes sabe que me quería tragar el mundo y quería viajar a todos lados. Ahora no quiero mover ni un pie. Bueno, sí. Quiero ir a Guadalajara. Tepic a veces me fastidia. Con bastante frecuencia, de hecho. En fin, el caso es que no quiero volver a meter papeles para otro intercambio ni me interesa conocer Canadá ni Londres ni ninguna de esos países que quería conocer. Creo que el impacto de haber visto derrumbados en un segundo todos los proyectos para Chile que había venido desarrollando progresiva y lentamente me sigue afectando. Mis papás repetidamente me decían que no fuera tan soñadora, que se necesita dinero para ir a todos esos lugares y no hay quien me los pague. Pero yo decía Sí se puede. Trabajo. Pido prestado. Robo (hombre, es broma). Lo que sea, pero sí sale. Y ahora, el PRIMER pinche viaje grande que quiero hacer yo sola (España no cuenta, iba con mis papás) se derrumba. Y entonces, siento que así se materializan todos los fracasos turísticos por venir. (Qué irónico, mis papás estudiaron turismo.) Y me siento vieja por eso, carajo, porque se supone que cuando uno es joven se recupera pronto, las heridas sanan rápido, la aventura toca a la puerta y uno tiene fuerzas de ser valiente... y yo me siento abatida. Tirada en la lona. Sin ánimos de tener ánimos.


Cambiando radicalmente de tema, ¿han notado cómo la gente tiene un olor peculiar? No es exactamente el de su perfume, ni el de su desodorante, ni el de su champú ni el del suavitel. Quizá una mezcla de todas, pero más allá, hay algo único: un sello personal. La primera vez que me di cuenta de esta cuestión del olor personal fue a los dieciséis años. Tenía 16 cuando me archi enamoré del cuñadito de mi hermana. Es decir, mi hermana salía con un vato X, ¿no? Y este vato X tenía un hermanito Héctor que era de mi edad. Y nos presentaron. Y nos gustamos. A mí me gustó más él que yo a él, creo. Con decirles que es la primera vez que recuerdo que me hayan roto el corazón. Estuve deprimida como cuatro o cinco meses. Escribí chorrocientos mil poemas (pésimos) de desamor. El caso es que el Héctor mentado olía. Y olía bien. Olía chido, perrísimo, maravilloso, espectacular, extraordinariamente cool. Y se lo dije. Y se extrañó (pero bien que le gustó que se lo dijera). Bueno, todo esto fue porque hoy (de por sí he estado todo el día entre triste y enojada) estaba en el carro de mis papás y de repente vino Sofía (mi sobrinita de ocho meses) a mi mente. Y en un segundo supe que era por el olor. Su olor. Y tan sólo bastó bajar la mirada para descubrir que las toallitas fresonas con que le limpian la cola estaban en la puerta del carro en la que estaba recargada y de ahí me venía el olor. Y pensé que era infinitamente triste pensar que todo el olor de Sofía, ese que deja por dondequiera que vaya, no era realmente de ella, sino de las toallitas húmedas carísimas con que le limpian la cola.
Esta es Sofi, en la hamaca con su papá americanista.

Me gustaría conocer a alguien que oliera a tierra húmeda. Me la imagino sienda una chica delgada, con el pelo largo, lacio y negro, y muy melancólica. Quizá Eunicita huela a tierra húmeda.


El viernes amanecí súper enferma de la garganta y el sábado me la pasé postrada en mi lecho. Y mientras creía morir, escuchaba de fondo Chopin. ¡Coño, cómo me gusta Chopin! Le moví a mi reproductor de tal modo que se acababa el cd entero y se volvía a repetir hasta el cansancio. Así, hasta que perdieron sentido las notas y me molesté por ser tan repetitiva y nociva en mis gustos.


¿Se acuerdan de que hace quince días me pagaron mi primer sueldo y la madre del muerto? Pues mañana me pagan el segundo y estoy bieeeeeeeeen feliz porque hice dos compras con el sudor de mi frente, dos compras importantísimas. Quería machín una bolsa nueva, para llevar el próximo semestre a la escuela, y quería (hasta lo postié) unos converse amarillos, y como Dios (sí, el Dios en el que no creo) es bien buena onda hizo que me perdiera ayer domingo en Plaza Forum y por obra de magia fuera escupida a la puerta de DeporTenis, donde unos converse amarillos refulgían bajo las luces fluorescentes de la tienda gritando: ¡cómpranos! Resulta que no había de mi talla, pero le dejé instrucciones a la chica de que en cuanto llegaran los nuevos me llamara por teléfono para ir por ellos ipso facto. Además el precio estaba buenísimo, sólo cuestan 400 pesos. La última vez que compré converse (que son los que todavía uso) fue en diciembre 2005 y me costaron mil varos. O sea que estos me parecieron una ganga. Y tanto la bolsa (que también por pura casualidá' encontré en Livercool) como los tennis los pagué/pagaré con MI propio varo. Sin necesidad de exponerle a mis jefes la lista de razones por las que quiero las cosas y sus ventajas.


En menos de tres semanas (el tres de agosto, pa' mayor precisión) es mi cumple y he aquí lo que quiero (y obtendré a como dé lugar): Unas botas Dr Martens de 14 ojillos color tinto. Ooohh sí.


Bueno... este fue mi post personalíssimo (con doble S le da más dramatismo). Que le guste a quien le guste y visceversa (jaj). Quién sabe, quizá alguien rescate algo de este saco de letras. Mañana hablo de Paco. Se va a poner bueno. Bueníssimo, quizá.


lunes, 7 de julio de 2008

Publicación post-gym

Bueno, en realidad no me acordé de nada más de lo que quería decir. Pero hay dos novedades.

1. Discutí con el instructor de spinning. Dios. Resulta que hoy no me dio la gana seguir sus instrucciones, entonces estaba haciendo lo que quería. El decía "¡suban la resistencia!" y yo seguía campantemente pedaleando a mi ritmo. Hasta que se molestó y bajó de su biclicleta, se acercó lenta pero decididamente a la mía y dijo con una sonrisa (este es el momento preciso para meter en un paréntesis su perfil, de acuerdo a mi percepción: el tipo es muy muy ególatra y pretencioso, es coqueto -de hecho el año pasado, cuando lo conocí en el mismo gym, me intentó ligar, y hasta me invitó a salir para mi cumple-, tiene un sentido del humor súper burdo, se cree súper intelectual, izquierdista, progresista y liberal, y, por último, tiene como 31 años): "¿quién te crees? Aumenta la resistencia" Y que le digo: "no". Entonces él se queda en choc y me dice, un poco más molesto: "¿cómo que no? Esta es una clase y tienes que obedecer las reglas" Y que le respondo "no me da la gana. Hoy estoy anárquica (en el momento en que pronuncié esta palabra un ruquito como de 60 que estaba a mi lado volteó a verme impávido)". Entonces el entrenador se regresó un poco enfurecido -supongo- a su baica y la clase prosiguió. Pero como soy bien buena onda, al final de la clase me acerqué para, con mi sinceridad habitual, evitar malentendidos. Le dije que no se lo tomara personal, que para mí el spinning no era una clase más, que era mi manera de relajarme y hacer catarsis, y que de por sí todo en la vida era sistémico y lleno de normas y reglas y que yo estaba hasta la madre de eso (no con esas palabras) y no pensaba meter más de lo mismo en mi momento de relax. Y él, no habiendo escuchado plenamente -se la pasó interrumpiéndome (me caga la gente que interrumpe cuando habla, porque en el fondo creen que lo que ellos tienen que decir es más importante que lo que uno está diciendo, o que ya saben lo que uno está platicando/explicando. Por cierto, también me choca que la gente frunza el ceño. Si lo fruncen cuando preguntan es como si te dijeran "¿eso qué?" y cuando lo fruncen cuando responden es como si dijeran "obvio")- me decía: pero es que si te dejo hacer eso los demás también lo van a empezar a hacer. Santo cielo. En esa clase sólo somos adultos... de acuerdo a lo que yo sé, cuando uno ya tiene cierta edad, deja de seguir a la manada... En fin...

2. A pesar de lo que acabo de decir en el post anterior, le llamé a Ricardo porque tenía ganas de verlo y charlar con él y así... Y salí lastimada. Le llamé por teléfono a ver dónde estaba y, previsiblemente, estaba donde siempre están. El caso es que cuando le dije que lo quería ver res´pondió así como "ah, chido, me vale madre". O sea, no con palabras sino con el tono de voz. Y le pregunté "¿tú me quieres ver?" Y que me responde "como seeeeaaaa güeeeeee (arrastrando muchísimo la voz, como buen mariguano)" Y le dije "entonces te da igual". Y me contesta "noooo güeeee, normaaaal". Joder, lo mandé al carajo. O sea, te das cuenta?? Yo taanto que lo quiero... y él con sus manchadas... En fin.

3. Se me declaró un chico. Hombre, con un chico me refiero a una persona de setso masculino. Porque de chico en realidad no tiene tanto (bueno, todo es relativo). Tiene como 37 años. Es ingeniero en algo (no recuerdo qué), está haciendo su doctorado en Alemania y lo conocí en el CIFS. Todo empezó porque él siempre me dice mangarina y nunca me había llamado la atención que lo hiciera hasta que él, ayer, me dijera algo así como "se me hace raro que no me preguntes por qué te digo así". Entonces despertó mi curiosidad. Entonces resulta que es una combinación de mango y mandarina. Entonces procedió a decirme que me quiere como su chica (con otras palabras) y que qué hace falta para sacarme de mi soltería. Yo le dije que sólo alguien extraordinario puede hacerme volver al mundo del compromiso. Y ahora creo que se está esforzando por ser (o sentirse) extraordinario. La razón por la que cuento esto es porque ya no es remotamente el mismo sentimiento que alguien se me declare ahora, al que experimentaba en la secundaria, sobretodo. Ahora estoy... comfortably numb. Y no sé si me gusta.

Bueno, lean el post anterior, es mejor que éste. ¡Comenten! Abrazos para la bandola =)

Días pazguatos e intensos

Me he sentido desasosegada desde hace algunos días por la falta de publicaciones en este, mi tan querido espacio. Lo que pasó es que la semana pasada se me agudizó (yo creo) la necesidad primordial (según Maslow) de pertenencia, y me la quería pasar todas las noches, después del spinning, con Ricardo y su bolita mariguana. Y la mera verdá' es que ya me cansé y ni siquiera vale la pena. De repente llegó mi yo-patética y le dijo a mi yo-con-ánimos-de-superación: "ya súpleme, ¿no?" Entonces decidí que pasármela soltando risitas pendejas con aquella bola de aletargados definitivamente no me iba a dejar nada, y ya pasó mucho tiempo desde que me di cuenta que no soy la típica escritora bohemia amante-de-la-mala-vida. No puedo. No soy yo. Me emborracho, ¿cómo no? Pero al día siguiente a huevo me tengo que redimir: hago el aseo, leo como poseída o voy y hago el bien por un extraño (ay, jaja, qué mamón me salió eso). Así que pa' que me hago pendeja, NO PUEDO acallar jamás la vocecita que llevo dentro (parida por mi familia -mi madre, principalmente) que me dice "No, Sarita, pierdes el tiempo." "No, wei, la neta no te va a dejar nada." Y así, una lista interminable de esa nunca afónica inquilina que llevo dentro.
Bueno, les cuento. Punto por punto, porque eso de cambiar de un tema a otro de manera sutil ahorita me da flojera.

1. Por fin, ya compré las tan mentadas galletitas de Menonita. Y no sólo eso: investigué (en Wikipedia, of course) acerca de los Menonitas. Resulta que son una banda de los países bajos que la Iglesia Católica nefasteó (¿a quién no?) y son bien pacifistas y la madre del muerto... En fin, me costaron un huevo de camello (25 pesos) y no estaban tan chidas. Estaban súper aguadas y archi re contra dulces... pero pasan, la neta. Y bueno, la mera verdad es que el que me las vendió no estaba tan guapo. Me decepcioné un poco, la mera neta.

2. Ayer domingo fueron las elecciones para diputados, regidores y presidente municipal de Tepic. Desde que llegué a este rancho venido a más con complejo de cosmopolita, las calles estaban inundadas de publicidad donde se veía en mega close up la getota de todos los candidatos habidos y por haber. Mamadas por doquier al estilo "Vote x Doña Pancha (este es un lema que no me inventé, de verdad)". Bueno, y la verdad es que yo me siento indignada. Soy amante del teatro y muchos lo saben, pero me rehúso a seguirle la farsa a esta bola de mentecatos incompetentes metidos-hasta-las-narices-en-el-narco. El imbécil que ganó es del PRI (volvemos a la misma shit. Ah, no, esperen, ya no hay de otra; es que para los que alguna vez fuimos perredistas ya se nos cayó la esperanza de un cambio a los suelos) y con decirles que en toda la propaganda sale con un sombrero parido por el diablo. Una vez, charlando por teléfono con un amigo de mi hermano (esa vez fue taaan chistosa, el Mario llamó buscando a mi hermano y no estaba, así que nos quedamos él y yo más de una hora en el teléfono comentando pura babosada chistosísima) me comentó él que poco le faltaba a ese wey para salir con todo y rebaño en las fotitos. Madre mía. Pues voy a sacar los trapitos al sol y comentarles que pa' presidente voté por un médico que se lanzó por el PRD (no voté por el partido sino por el 'ñor, que es conocido de mis papás y dizque es hombre de valores), en la hoja de diputados puse una X gigantesca y en la de regidores dejé una misiva: "No conozco a ninguno. ¿Democracia?" Me conformaría con saber que le piqué el rincón político del alma de algún vecino.
México tiene un serio problema con su ciudadanía. Estamos sedados. Nos hemos acostumbrado a que todo salga mal y ya ni siquiera exigimos. Cuando algún político inepto sale con sus mamadas, a duras penas nos patea el hígado. A lo mucho nos quejamos con la familia, con los compañeros de trabajo o con el perro. Y nada más. Nada de protestas. No. ¿Cómo? Si queremos un México en paz (cada vez que pienso en el Calderón me vienen ganas de vomitar sopa de chícharos como en el exorcista). Como el IMBÉCIL del gobernador tapatío, mentándonos la madre. Híjole, mano. Yo estuve metiendo cizaña en el ITESO y resulta que había banda que ni indignada se sentía...

3. Cada vez extraño más Guadalajara y a mis muy queridos. Echo muchísimo de menos el Scratch y sus micheladas; Lili y nuestras pláticas; Luna y sus abrazos; Varo y su risa; Ricardo Chapets y su sentido del humor; Rober y su entusiasmo por la vida; Santi y su afición por el Atlas; Diego y su hiperactividad; Momo y su lindez... Faltan bastantes más, pero no hay espacio suficiente.

4. Ayer salí con El Hombre del Ocio Eterno y la pasé muy bien. Vimos la película Locura en Las Vegas y, bueno, es dominguera. Pero las pelis que vemos no son lo más importante en las salidas mías y de Manuel sino las conversaciones a priori o posteriori. Siempre hablamos de muchísimas cosas, muy interesantes a mi parecer. Ayer, por ejemplo, me platicó y explicó su teoría de la Confianza y aparte me comentó cuál es para él la diferencia entre Honestidad y Sinceridad. Todavía no he reflexionado al respecto, pero cuando lo haga se los compartiré (qué bonito verbo es compartir). Gracias, Manuel, por tu tiempo compartido conmigo.

5. Vi la película de "Goya y la Inquisición" y es una verdadera bazofia. Me parece una treta burda que hayan incluido el nombre de un pintor tan reconocido en el título sólo para hacer un film soso más atractivo. La película no trata de él. Es más, a duras penas sale de vez en cuando en algún rincón de la pantalla. La selección de la música no es la más acertada. La crítica que se hace a la institución de la Inquisición no es novedosa. El intento fracasado de tragedia shakesperiana en esa historia de amor (porque la peli eso es fundamentalmente: una historia de amor) es aburrido. Y me parece insultante que al quitarle la belleza física a Natalie Portman y hacerla actuar como loca, pierda ella toda sublimidad como cosa-por-ser-amada. ¡Qué trillado, carajo! Para eso tenemos el canal E Entertainment Television. Joder... Lo único que me parece rescatable del largo es la dirección de arte.

6. Redescubrí una colección de música clásica que compraron mis papás hace algunos años y he estado escuchando sobretodo a Schumann, ¡cómo me gusta, caramba! Romántico, tenía que ser... Espero dejar una reseña en el próximo post acerca del viaje que hago con los clásicos. Con Schumann, al menos.

¡Siento que olvido muchas cosas! Anyway, ahorita me despido porque tengo que irme corriendo al spinning. Seguro que en este ratito me acuerdo de más y vuelvo y publico algo más.

miércoles, 2 de julio de 2008

"Eres como un vato"

Esta fue la frase con la que se cerró la noche de ayer. Volví a salir (como ya se está haciendo costumbre) con los marihuanos tepicenses que Rich me presentó, y cada vez teniéndonos más confianza, ayer me dijo esta frase El Oculto. Pasaron chorrocientas mil cosas por mi cabeza pero sólo acerté a preguntarle "¿por qué?". Les cuento. En la secundaria yo me juntaba con puro macho (quién sabe por qué, pero siempre se me ha facilitado más hacer amistad con los hombres) y eso de que "pareces hombre" me lo decían bastante, aunque recuerdo que en aquel entonces me parecía casi hasta un halago. Luego en prepa me fui a España (para aquellos que no lo sepan, estuve allá casi dos años) y yo creo que ha sido la época en que más "masculina" he sido -por la ropa, sobretodo- pero como realmente no tenía confianza con mucha gente, nadie se atrevió a decirme nada jamás. Y bueno, volví de España transformada (quizá hable de esto después) en muchos sentidos, uno de tantos el físico. Y ya de vuelta en Tepic, en tercero de prepa, nadie me decía nada. Peeroo cuando entré al ITESO, más de un buen colega me ha dicho que mi trato es como de chavo. O sea que eso de la masculinidad/feminidad no está en el físico (porque ahora me pongo faldas, blusas y hasta tacones) sino en el trato. ¿Pero qué hay en mí que es tan masculino? Pienso y pienso y la verdad es que no concluyo nada...
Bueno, la segunda novedad es que parece que no todo mundo cree que soy "como un vato", porque hoooy un cholo me coqueteó en el negocio. Fue bastante bastante incómodo. Estaba yo atendiendo a la banda y así y llegó este tipo con un tatuaje en la mano de tres puntitos, que según las malas lenguas es un código cholesco que quiere decir "Mi vida loca". El caso es que a la sorda primero me preguntó que si mi hermano, que estaba en su súper escritorio de gerente, era mi esposo. "No". Pasó un rato. ¿Verdad que no estás casada? "No". Pasó otro rato y el asshole no se decidía lo que iba a encargar. ¿Tienes novio? Lo miro a los ojos, me mira él a los míos y le pregunto "¿qué va a ser, entonces?" Ándale, respóndeme bajito, para que no oigan. "No le voy a contestar eso", dije inundando mi intimidación de risas incómodas. Realmente lo pasé mal.
Tuve que ir a Compostela hoy a dejar una factura en la facultad de Veterinaria de la Autónoma de Nayarit y en el camino vi a una pareja de chavitos preparatorianos que se toqueteaban discretamente las manos mientras caminaban y aprovechaban cualquier pretexto para arrimarse y así... y me dio mucha añoranza. Me acordé de la época en que esa era la dinámica de "estar quedando" y, cómo no, me acordé de Migue. De sus manos suaves, sus ojos atentos, sus cariñitos, su silencio reflexivo... Es difícil eso de "terminar bien" con los ex novios.
Bueno, y siguiendo con lo del mini viaje a Compostela, hubo dos cosas súper locas, una chidísima y la otra bien nefasta y tripeante.
La cool: ya había llegado a Compos y estaba atravesando el pueblo y había un chingo de tráfico. Entonces yo, por aperrada, en un cruce de calles, me pusé justito atrás de un taxi y bloqueé el tráfico de la calle que atravesaba. Y venía un pinche camión gigante de Ley (un supermercado de los estados del Norte, Nay. includo, como Wal Mark -así pronuncia mi mamá- o Soriana), entonces él también se aperró y quiso pasar embarrado atrás de mí. Entonces toda la banda que estaba pasando por la calle se quedó viendo bien tensa, a ver si pasaba o no el camión. Y empezó a pasar, pero necesitaba más espacio. Entonces, yo me tenía que hacer un poquito para adelante, pero lo que no les comenté es que llevaba el Ibiza y además había quedado justititito enfrente de un tope enooorme, entonces a la hora que me quise subir al tope el carro se me apagó jaja. Y lo encendí y volví a intentar superar el tope/montaña y el carro, en vez de irse para adelante, se empezó a ir para atrás. Exacto, justito hacia el cheimion. Entonces yo estaba cool, porque ya sabía que estaba tronqueando en ese rato pero que eventualmente lo iba a pasar, ¿no? Pero en eso volteo y tooodaaa la banda estaba bien estresada mirando la escena. Jajajaja y me cagué de risa, porque se me figuró que nada pasa nunca en el pueblo y esos pequeños detallitos son los que le dan sabor a la cotidianidad.
Bueno, ahora la mala: venía en la carretera de vuelta a Tepas y venía delante de mi un pinche chevi super lentoooo y pura curva y sin poder rebasar. Entonces espejeé y la muerte venía atrás de mí: un camión grandísimo como a tres centímetros de mi carro. Intimidándome machín. Entonces me acordé del primer largo que hizo Steven Spielberg (no me acuerdo cómo se llama la peli, sorry! Creo que es El Duelo), donde un ñor se da cuenta que lo viene siguiendo un camión a morir y la peli esta bien tensísima y así... Entonces yo creí que me iba a morir y así... Y finalmente, cuando pude (y como pude) rebasé a los vatos ineptos del Chevi y espejeé y el camión está rebasando también como a diez mil por hora!!!! Y yo con los ojos desorbitados gritando Oh my god!!!!!! Finalmente, habiendo superado al Chevi le mega pisé al Guille (así se llama mi carro) y dejé dos tres atrás al cheimion maldito. Qué estrés, god fucking damn it!
Bueno, ya me tengo que ir a trabajarts... Wow, no dormí la siesta por postear... amo mi blog jajaj.