martes, 21 de octubre de 2008

Las salidas de emergencia

A mí las salidas de emergencia me ponen tensa tensa. Me pongo paranoica y pienso que vamos a estrellarnos o a incendiarnos o que Los Zetas nos van a poner una bomba y que de mí, que estoy sentada justo al lado de la salida (puerta o ventana) de emergencia, dependen la vida del resto de pasajeros.
Siempre que me subo a un camión (ya sea urbano o de ciudad a ciudad -no sé cómo se llaman) o a un avión y me doy cuenta que estoy desgraciadamente sentada en el dichoso lugar de los condenados, me fijo en las instrucciones de cómo abrirlas, pero estoy de antemano tan angustiada de que en realidad sí pase algo y sí recaiga sobre mí la responsabilidad, que el cerebro se me bloquea y no les entiendo nada. Entonces me remuerde muchito la conciencia y mejor me pongo a escuchar música, ver una peli, leer o dormir.
En cambio, si es alguien más el desafortunado ganador del sitio en cuestión, me despreocupo y me pongo a escuchar música, ver una peli, leer o dormir.

lunes, 20 de octubre de 2008

Foro en el ITESO sobre movilidad

Los invito al "Foro: Por una movilidad solidaria" que tendrá lugar en el Auditorio del edificio Q. Es el miércoles 22 y jueves 23 de octubre. Hablaremos sobre retos, dificultades, propuestas y acciones para una mejor movilidad urbana.
¡Vayan, se va a poner bueno!

jueves, 16 de octubre de 2008

Observar está padre. Ser fresalternativo no.

He encontrado las cinco cosas que son imprescindibles en mi vida (al menos en la cotidianidad): observar a la gente, leer, escribir, escuchar a la gente e ir al cine.
En la primera de estas filias (observar) debo confesar (quizá no con tanta vergüenza como debería) que soy una tramposa. No me gusta ser descubierta mientras observo. Soy una voyeurista. Me encanta esa sensación de libertad al observar a alguien: saber que no te va a observar de vuelta. Las únicas situaciones en las que me atrevo a mirar a la gente cuando sé que existe la posibilidad de ser correspondida es cuando: 1) ya de antemano les tengo confianza; 2) son demasiado atractivos (en el sentido más amplio de la palabra) para ser pasados por alto; y 3) en el ámbito escolar (por alguna extraña razón no me apura en absoluto que mis compañeros me descubran viéndolos. Aunque en realidad es a los profes a los que más veo, también los que menos se dan cuenta de mis intenciones nada acordes con la Academia).
Antier, en la parada del camión, había un chico sentado al lado mío que esperaba impaciente (movía imparablemente las piernas, como cinco veces por segundo) algo (porque pasaron chorrocientos mil camiones diversos y él no tomaba ninguno. Para los que piensen: "si pasaron tantos camiones y tú no te subías tampoco, quizá él esperaba el mismo que tú" les debo informar que a quien yo espero es a mi amigo raitero). De pronto me di cuenta que él me estaba viendo a mí. Y me sentí terriblemente intimidada, casi allanada. Por eso, nomás por puro respeto, yo no observo indisimuladamente (¿existe esta palabra?) a los demás. Es una sensación de abrumadora invasión.
A veces la gente me pregunta por qué observo o qué descubro como resultado. A veces no descubro nada (ni pretendo hacerlo), simplemente experimento una sensación gigantesca de placer de ver cómo la gente publica (o sea, hace público) aquello que lleva dentro. Me gusta encontrarme con gente que está en la cafetería sola y mira a todos lados como para divisar a algún conocido y dejar de estar solo, por ejemplo. Me gustan también esas personas que tienen permanentemente cara de fuchi, o aquellas otras que mueven quedito los labios, disimulando que están hablando solos. Observar a la gente es como estar en el cine: cada gesto es como una escena que te va revelando historias, penas, amores, desencantos...
Yo no atrapo con la mirada. Dejo que los demás se explayen en mis pupilas.

Cambio súbito de tema. Nomás porque me da la gana.
Ayer vino mi hermano a visitarme y fuimos a Galerías al cine, aunque dimos una shoppingcaminata. Yo quiero unos tennis de colores así cálidos y brillantes y fuertes y que no combinen con nada, y mi hermano simplemente quiere que ya no use los converse amarillos que dizque porque "dan asco, wey". Entramos, entonces, a la tienda llamada Tatéi (¿?) y vimos unos buenísimos, aunque malísimos al mismo tiempo. Me explico: eran de estos que se están usando muchísimo, súper ochenteros (como los de la foto) y con "pincelazos" de tooodooss los colores. Padrísimos, muy mandarinescos. Aunque no tanto (¡oh, pues!). Lo que pasa es que estoy peleada con este movimiento llamado "indie". La banda se cree bien "alterna" y en realidad siguen siendo bieeen pinches fresas. (Seguramente no todos, pero comprendan que yo me muevo en el ITESO.) Muchos de estos fresalternativos, como yo les llamo, se fueron a vivir a Canadá o a Inglaterra (con dinero de papi, por supuesto) y, como ya dieron una probadita de la "independencia" y la "vida locochona" y vieron "otras culturas" se creen bien "open mind". Entonces se empeñan en demostrarle a todo mundo que no son mainstream. Esta gentuza se empeña en buscar cosas "bien raras y locas" nomás para destacar y no porque sean genuinos y pagan por ellas lo que sea. Y ayer me di cuenta, en "Tatéi" (¿?), que la tentación es grande y yo estuve a punto de hacer una compra fresalternativa. ¡Qué miedo! Los mentados tennis costaban 2130 pesos. 2130. Sí, leyó bien: dosmilcientotreinta. No siendo suficiente el shock al saber el precio, me dijo la chica que atendía (Fernanda, se llama, hasta me dio el número de teléfono... simpática, la chica.): "además están padrísimos, porque no combinan con nada, así como está a la moda". Y yo dije: "¡veeeeete a la verga!" Mi cerebro funcionó así: "están coloridos (qué padre) pero son ochenteros (¿por qué ese retorno de la moda a lo oldie, a lo "vintage" -cómo me caga esa palabra-?) y dice esta morra que están a la moda. Además cuestan la absolutamente no módica cantidad de DOSMILCIENTOTREINTA. Mmmm... cuán (no) dificil es esta decisión: no los quiero." Y salí de la tienda. Me cagan los fresalternativos.

¿Cuáles son las cinco cosas imprescindibles para usted, lector?

miércoles, 8 de octubre de 2008

Casting para programa de tv mañana jueves

Ea. para todos los interesados aquí les van los datos de un casting para un programa de banda de un canal nuevo que apenas está por abrirse:

-No tienen un perfil específico, o sea que puede ir quien sea.
-Dirección: Argentina #13, entre Morelos y Pedro Moreno.
-Horario: De las 16 a las 20 horas (o sea, de 4 a 8 pm)
-Fecha: Jueves 09 de octubre del 2008. O sea, ¡¡¡mañana!!!

domingo, 5 de octubre de 2008

Maldito aquel que venga y me arrebate este momento de tristeza

Otra vez estoy triste.
Ya extrañaba mi tristeza.
Es tan
t r a n q u i l a
pausada.
Me da tiempo hasta de llorar.

Me pongo triste y me alejo de todo.
De todos.
Que si me rompieron el corazón
que si soy tonta
o vaga
o fea
o gorda
o indisciplinada
nada importa.
Porque simplemente soy yo. Triste.

Veo el pasado y me da un poquito de miedo.
No tanto lo que he hecho sino lo que sé que soy capaz de hacer.
Pero me perdono. Y me aplaudo.

Igual que hay miles de razones para estar feliz
las hay para estar triste.

Esta nota termina. No fue un poema. No fue una declaración de principios
ni el aparente reflejo de un estado premenstrual. No se aceptan reproches.
Ni abrazos
ni palabras de lástima o empatía
porque hoy
estoy
triste
y nada me importa mucho.

(Y cuando deje de estar triste, voy a llorar.)