domingo, 8 de junio de 2008

Para ser domingo, estuvo movidito...


Este día fue una maravilla, una rareza total. Detector de metal. Chubi dubis. (Jaja)
El caso es que por la mañana, recién despertada, me puse a leer a Don Milan Kundera y tiene una frase (en el libro que estoy leyendo, por supuesto: El libro de la risa y el olvido -aunque ni está pa' reírse ni olvidarse) que dice así: "el nombre es la continuidad con el pasado". ¡Y que me puse piense y piense! Yo creo que el lazo que permite la continuidad con el pasado es la vivencia misma y el recuerdo de la vivencia. Le ponemos nombre para apropiarla, hacerla nuestra, y acomodarnos plácidamente en ella: poder nombrar, pensar y recordar la vivencia (en forma de recuerdo) cuando querramos. Podemos olvidar cosas con nombre y recordar por siempre personas anónimas.

Bueno, después de filosofar baratamente, me bajé a desayunar (soy tan terrenal como cualquier otro filósofo barato) y mis papás acababan de llegar del mercado y había unas bolsas sobre la mesa de la cocina. Me puse a bobear una y había unos tomates y unas zanahorias y unas papas hermosas, sublimes, ¡eran la mera sensación! Y justo, mi madre dijo: "a ver si no se le echan a perder a tu hermana". ¡Y yo me puse de repente infinitamente triste de pensar que algo tan lindo, tan nutritivo, tan "natural" y que aún estaba rico y sano podría pudrirse! Me entraron unas ganas enormes de rescatarla (a la verdura) de ese terrible destino final que mi progenitora le había augurado. Me imaginé tragándomelas todas de una sola vez, o alimentando a un montón de gente necesitada (a pesar de que eran sólo como tres tomates y dos zanahorias), a lo que me respondían con una sonrisa en un ambiente de iluminación cálida (las personas necesitadas, no las verduras).

Luego leí un artículo de La Jornada titulado "El renacer del idiota social" que me impactó muchísimo. Transcribo unos pedacitos. "La felicidad completa, cuya máxima expresión se dibuja en levantar centros comerciales donde las personas puedan vivir en ellos." "Su personalidad (del consumidor) se flexibiliza para adorar marcas comerciales de comida basuras, prendas de vestir, coches, etcétera. En su interior se consolida la mutación del ciudadano al idiota social. Es el proceso de atomización y pérdida de identidad colectiva. La sustitución de la memoria social por el deseo de compra y autismo individualista. El retorno del Idión aristotélico."
Qué bárbaro, ¿no? Dejamos de lado nuestra capacidad de insatisfacción y exigencia ciudadana por un par de jeans... Díganmelo a mí, que pasé todo el puto día de ayer en la desgraciada venta nocturna... Shame on me!

Después me metí al MSN y del polvo resurgió el articulista del Ocio más peculiar que conozco (claro que creo que es el único al que conozco) y escribió lo más raro y lacónico del mundo mandarinesco en el día que Dios descansó de la fatigante tarea de crear esta maravillosa chatarra (como los chocolates Milky Way... qué irónico, que el nombre del dichoso chocolate lleno de transgénicos aluda a una supuesta creación divina... la vía láctea... Deberíamos dejarnos de mamadas y de encasquetarle a un dizque Dios todo lo que nos rodea). Y no sólo eso pasó en el MSN sino que hablé con la siempre sorprendente y cada vez más querida Doña Lili y con Don Carlos Abarca. ¡Qué barbaridad de muchacho! Raro, muy raro... Jajaj. Claro, está enamorado, no podía ser para menos... Una que está desencantada tiene menos encanto (¡valga la bendita redundancia!). Bueno, Carlitos, me pongo triste cada vez que hablo contigo porque yo yéndome a Chile y tú siendo tan especial y esta cuestión de que los nombres no son suficientes para conservar a la gente en la memoria... En fin, tenemos las circunstancias en contra y a pesar de que "hoy es un pésimo augurio de un mañana decepcionante" sabes que no eres como los demás.

Este post se ha prolongado demasiado, y yo estoy echando mucho de menos a mis más queridos!! Lili, Luna, Rober, Santi, Lizzy, Varo y tantos más. ¡Cómo me cuesta trabajo desprenderme de la gente! ¿Cómo lo consigue uno? ¿Cómo se acostumbra uno a la ausencia?

La foto que anexo fue el descubrimiento del día. A mis dieciséis añitos, hecha toda una ñoña en España. Ahora mismo escucho a Trembling Blue Stars: Less Than Love. El día está nublado. Y yo, ya no tan ñoña sino convertida en un monstruo en constantes altibajos, melancólica. By the way, por favor escuchen la canción "Thinking of you" de Marissa Nadler. Búsquenla en YouTube, el video es la mera sensación.

1 comentario:

Anónimo dijo...

vas a ver pinche sarola, uno que se preocupa por ti y las desvanescientes desavenencias de tu ilustre pensar y anda por aquí leyéndote y comentándote, no es digno de estar entre tus más queridos, jujuju que tristeza la mía, y debería de ser más tuya, por mantenerme en el olvido.
ni modo. ahora te creo eso del fácil desprendimiento de la gente.
Te quiero mandarina, y no te olvides más de los cuates, tu mejor nexo con el pasado, y vaya que ha sido hermoso nuestro pasado (sin duda es menos erótico de lo que suena, y más shuvidubis de lo que aparenta)
Ciao crayola.