miércoles, 29 de octubre de 2014

Sueños dorados

Es común escuchar que los animales no tienen alma. inteligencia o noción de sí mismos: conciencia. Me considero incapaz de entablar una discusión filosófica al respecto, pero lo que sí puedo decir es que mi perro, cuando está dormido, emite unos pequeños ladriditos distorsionados y mueve las orejas, los bigotes, las cejas y las patas. Algunos podrán decir que es un reflejo físico involuntario, pero yo sé la verdad, aunque no lo pueda comprobar científicamente: mi perro sueña cuando duerme.

Sueña con el parque al que lo llevamos diario, dos veces al día, y con los amigos que ahí se encuentra y junto a los que corre, juega y babea. Se reproduce a sí mismo atravesando las áreas verdes a galope canino, ladrando de saludo a los conocidos y sacándole la lengua al calor. Ahora bien, ¿es esto un acto de imaginación o de memoria? No lo sé.

Yo tengo la impresión de que todo lo que sucede dentro de su cabecita peluda son sueños dorados, como si la materia intangible de su cerebro fuera del mismo color que los pelos suavecitos y apestosos que recubren su cuerpo físico. Él es dorado, sus sueños también, su energía y el color de su amor desbordado.

Zen (el nombre de mi mascota) tiene un corazón gigante y a cambio recibe sólo sueños fantásticos, de pura libertad, diversión y endorfinas. Nadie lo ataca, no está perdido ni encerrado. Mi perro, por las noches o durante sus siestas diurnas, se deja envolver en la voluptuosidad de una realidad onírica deliciosa, magnífica, excelsa.

Mi perro es sumamente inteligente. Y lo sé no sólo por el simple hecho de que sueña sino porque sus sueños son bellos, amorosos, y eso es producto de un corazón bello, amoroso, en paz. Así pues, es doblemente inteligente. Y doblemente inteligentes somos nosotros también, sus dueños y todos los humanos de este mundo (quizás todas las criaturas vivas de este planeta), pero a veces tenemos miedo, odios, rencores y en vez de caer dulcemente en un descanso divino, nos tropezamos y nos tragan imágenes infernales.

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