sábado, 13 de junio de 2009

La vergüenza en el extranjero

Es bien sabido que conforme vamos creciendo las cosas se vuelven más complejas: comprendemos más cosas y tenemos en juego otras tantas.

Pues bien, cuando yo vivía en España y era una puberta, decir que venía de México me daba bastante orgullo, por varias razones. Una de ellas, el hecho de que en España "quieren mucho" a los mexicanos; otra, que me hacía diferente, y sobresalir siempre se siente más o menos bien (cómo no, es un alivio momentáneo a la pregunta: ¿qué me hace diferente de 6 mil millones de personas?); y otra, que yo veía a mi país como un mosaico de colores, lenguas, paisajes, climas, etc.

Ahora, en Canadá, las cosas ya no son tan sencillas. Frecuentemente me planteo ¿qué pasaría si un canadiense (inteligente) se entera que soy mexicana y me pregunta: '¿qué estás haciendo por construir un país mejor?'? ¡¿Qué respondería yo?! ¿Cómo puedo decir con esta especie de orgullo ingenuo que soy mexicana, que qué padre?

Y es que, ¿hay, dentro de todos nosotros, una parte de las muertas de Juárez, del narco y su "guerra" absurda, de la pobreza de más de la mitad de la población, de impunidad, de Atenco, de Chiapas, de asesinatos, de corrupción? Porque digo, un entero se conforma de sus partes.

Frecuentemente nos desligamos diciendo: yo nunca he matado a ninguna mujer, ni en Juárez ni en mi rancho; yo no vendo droga ni soy militar ni soy Calderón; yo no soy un rico explotador; yo no le robo sus recursos naturales a los sureños...

¿Pero a cuántos de nosotros realmente nos importa hacer algo al respecto? He escuchado por ahí, más de una vez, que si no eres parte de la solución lo eres del problema. Entonces, si no somos sujetos de intervención, somos sujetos de complicidad. Somos parte del problema.

Cuando se empezó a poner muy sanguinoliento todo el asunto de la guerra al narco, yo comencé una seudocampaña en contra del consumo de drogas en mi círculo cercano, y algunos me dijeron que seguirían consumiéndolas por bla bla bla (no me acuerdo qué motivos dieron) y yo dije "órale, pues".

Y así, en todas las cuestiones nacionales, perpetuamos (o no) los problemas.

Entonces, ¿con qué orgullo dijo en extranjia que soy mexicana? ¿que dentro, atrás, alrededor de mí tengo tantos problemas, tanta sinvergüenza, tanta decadencia?

4 comentarios:

Cheshvan dijo...

'¿qué estás haciendo por construir un país mejor?'? jajajajajaja un grullense a la mejor llegaría a preguntarte... pero un canadiense, sabe.

sarahidalgop dijo...

Igual de orgullosa como Ches por ser del Grullo?

Chido por tratar de cambiar tu consumo, al parecer no funcionó eda?

sarahidalgop dijo...

Igual de orgullosa como Ches por ser del Grullo?

Chido por tratar de cambiar tu consumo, al parecer no funcionó eda?

alter-ego dijo...

Empecemos por partes mi mandarininta adorada. Ciertamente no eres Calderón y espero en Dios todo poderoso, que en realidad no hayas matado a una mujer, sea cual sea su profesión, o sea cual sea su situación geográfica.

El asunto segundo es Qué haces para mejorar el país. Dices que si no se es parte de la solución se es parte del problema y que deberíamos ser sujetos de intervención.

So far, yo me conformo con ser un individuo y tratar de incidir en las personas dentro de mi círculo. Si aquello de bajarle a la mois no funcionó habrá que encontrar algo que sí.

Hasta ahora yo llevó un montoncito de gente dos rayitas menos homofóbica,en algunos casos closetera, que cuando los conocí.

PD. La reseñita de atrás, el prologo la introducción o lo que usté quiera y mande chingada madre!

Bisous!