miércoles, 2 de julio de 2008

"Eres como un vato"

Esta fue la frase con la que se cerró la noche de ayer. Volví a salir (como ya se está haciendo costumbre) con los marihuanos tepicenses que Rich me presentó, y cada vez teniéndonos más confianza, ayer me dijo esta frase El Oculto. Pasaron chorrocientas mil cosas por mi cabeza pero sólo acerté a preguntarle "¿por qué?". Les cuento. En la secundaria yo me juntaba con puro macho (quién sabe por qué, pero siempre se me ha facilitado más hacer amistad con los hombres) y eso de que "pareces hombre" me lo decían bastante, aunque recuerdo que en aquel entonces me parecía casi hasta un halago. Luego en prepa me fui a España (para aquellos que no lo sepan, estuve allá casi dos años) y yo creo que ha sido la época en que más "masculina" he sido -por la ropa, sobretodo- pero como realmente no tenía confianza con mucha gente, nadie se atrevió a decirme nada jamás. Y bueno, volví de España transformada (quizá hable de esto después) en muchos sentidos, uno de tantos el físico. Y ya de vuelta en Tepic, en tercero de prepa, nadie me decía nada. Peeroo cuando entré al ITESO, más de un buen colega me ha dicho que mi trato es como de chavo. O sea que eso de la masculinidad/feminidad no está en el físico (porque ahora me pongo faldas, blusas y hasta tacones) sino en el trato. ¿Pero qué hay en mí que es tan masculino? Pienso y pienso y la verdad es que no concluyo nada...
Bueno, la segunda novedad es que parece que no todo mundo cree que soy "como un vato", porque hoooy un cholo me coqueteó en el negocio. Fue bastante bastante incómodo. Estaba yo atendiendo a la banda y así y llegó este tipo con un tatuaje en la mano de tres puntitos, que según las malas lenguas es un código cholesco que quiere decir "Mi vida loca". El caso es que a la sorda primero me preguntó que si mi hermano, que estaba en su súper escritorio de gerente, era mi esposo. "No". Pasó un rato. ¿Verdad que no estás casada? "No". Pasó otro rato y el asshole no se decidía lo que iba a encargar. ¿Tienes novio? Lo miro a los ojos, me mira él a los míos y le pregunto "¿qué va a ser, entonces?" Ándale, respóndeme bajito, para que no oigan. "No le voy a contestar eso", dije inundando mi intimidación de risas incómodas. Realmente lo pasé mal.
Tuve que ir a Compostela hoy a dejar una factura en la facultad de Veterinaria de la Autónoma de Nayarit y en el camino vi a una pareja de chavitos preparatorianos que se toqueteaban discretamente las manos mientras caminaban y aprovechaban cualquier pretexto para arrimarse y así... y me dio mucha añoranza. Me acordé de la época en que esa era la dinámica de "estar quedando" y, cómo no, me acordé de Migue. De sus manos suaves, sus ojos atentos, sus cariñitos, su silencio reflexivo... Es difícil eso de "terminar bien" con los ex novios.
Bueno, y siguiendo con lo del mini viaje a Compostela, hubo dos cosas súper locas, una chidísima y la otra bien nefasta y tripeante.
La cool: ya había llegado a Compos y estaba atravesando el pueblo y había un chingo de tráfico. Entonces yo, por aperrada, en un cruce de calles, me pusé justito atrás de un taxi y bloqueé el tráfico de la calle que atravesaba. Y venía un pinche camión gigante de Ley (un supermercado de los estados del Norte, Nay. includo, como Wal Mark -así pronuncia mi mamá- o Soriana), entonces él también se aperró y quiso pasar embarrado atrás de mí. Entonces toda la banda que estaba pasando por la calle se quedó viendo bien tensa, a ver si pasaba o no el camión. Y empezó a pasar, pero necesitaba más espacio. Entonces, yo me tenía que hacer un poquito para adelante, pero lo que no les comenté es que llevaba el Ibiza y además había quedado justititito enfrente de un tope enooorme, entonces a la hora que me quise subir al tope el carro se me apagó jaja. Y lo encendí y volví a intentar superar el tope/montaña y el carro, en vez de irse para adelante, se empezó a ir para atrás. Exacto, justito hacia el cheimion. Entonces yo estaba cool, porque ya sabía que estaba tronqueando en ese rato pero que eventualmente lo iba a pasar, ¿no? Pero en eso volteo y tooodaaa la banda estaba bien estresada mirando la escena. Jajajaja y me cagué de risa, porque se me figuró que nada pasa nunca en el pueblo y esos pequeños detallitos son los que le dan sabor a la cotidianidad.
Bueno, ahora la mala: venía en la carretera de vuelta a Tepas y venía delante de mi un pinche chevi super lentoooo y pura curva y sin poder rebasar. Entonces espejeé y la muerte venía atrás de mí: un camión grandísimo como a tres centímetros de mi carro. Intimidándome machín. Entonces me acordé del primer largo que hizo Steven Spielberg (no me acuerdo cómo se llama la peli, sorry! Creo que es El Duelo), donde un ñor se da cuenta que lo viene siguiendo un camión a morir y la peli esta bien tensísima y así... Entonces yo creí que me iba a morir y así... Y finalmente, cuando pude (y como pude) rebasé a los vatos ineptos del Chevi y espejeé y el camión está rebasando también como a diez mil por hora!!!! Y yo con los ojos desorbitados gritando Oh my god!!!!!! Finalmente, habiendo superado al Chevi le mega pisé al Guille (así se llama mi carro) y dejé dos tres atrás al cheimion maldito. Qué estrés, god fucking damn it!
Bueno, ya me tengo que ir a trabajarts... Wow, no dormí la siesta por postear... amo mi blog jajaj.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo mejor del verano son esas aventuras envueltas en cotidaniedad.

Maldita sea q se esta pasando muy rapido.

saRa Mandarina dijo...

Uuuhhh
un comentario anónimo!!!
Jaj qué misterio! =D
Excelente...
(Considero el anonimato de este comentario una micro aventura más de este estío)