miércoles, 23 de julio de 2008

Vuelvo después de más de una semana

Odio las flores falsas (¿así se dice? ¿o artificiales, o postizas?) y lo que representan. Su éxito en el mercado es señal inequívoca de cómo la gente no está dispuesta al compromiso, ni siquiera con las plantas. Nadie tiene interés (o tiempo) por cuidarlas, observarlas, platicarles, y finalmente cambiarlas. Por eso mejor unas postizas, que estén ahí siempre, del mismo color siempre, "vivas" (porque en realidad están tan muertas que nunca estuvieron vivas) siempre; con una sacudidita basta, pa' que no se les acumule el polvo. También me emputecen porque creo que nadie (o la mayoría) tiene la sensibilidad suficiente para darse cuenta cómo progresivamente se plastifica nuestro mundo. La belleza de las flores y la magia y olor maravilloso que las envuelve es algo que no se obtiene con las artificiales, lo cual también me lleva a pensar en la importancia que le cedemos al aspecto estético (única función que desempeñan las falsas). Y por último, lo lujosas que son. Una flor natural es literalmente un regalo de la naturaleza que, con la suficiente atención, puede producir un gran "placer espiritual" (aunque la frase parezca eslogan de algún yoga para señoras fresas); las otras, en cambio, las tienes que comprar, y en estos días ¿quién tiene dinero para eso? Pues mi mamá. Ayer fuimos a Liverpool (cada vez me fastidia más este sitio) y ella quiso comprar unas (no tuve las agallas de mostrarle mi desacuerdo) para la casa de Vallarta y no pude evitar notar que cada vez son más sofisticadas y las hacen parecer más reales. Y esto último me deprime aún más. Imaginarme que hay gente en el mundo cuyo trabajo consiste en hacer parecer más reales unas flores falsas. Es decir, invertir tiempo en investigar materiales, colores y demás para hacerlas convincentes... Dios...
Ahora voy a hablar (o escribir, whatever) de Liverpool y el subdesarrollo. He notado desde que llegué a Tepic que para mucha gente esta tienda departamental se ha convertido en un centro de ocio. Es decir, ir a Liverpool es casi como ir a la plaza del pueblo o a un parque. Es el lugar de ocio por excelencia. Y esto sólo pasa en lugares donde no hay un proyecto eficiente de urbanización, donde todos, ¡todos!, puedan disfrutar gratuitamente de su tiempo libre. La gente que no tiene pa' comprar en Liverpool, pues va y chinga a su madre, y la que sí, pues también va y la chinga, porque no más se acaba su dinero (no puedo decir ahorros porque en este país nadie ahorra, todos viven al día con los mentados pinches créditos que al final de cuentas todos temen) y los recursos naturales. Además, por supuesto, de que se queda con un vacío gigantesco, porque comprar, señores, no deja más que una sensación de satisfacción/placer menos que momentánea, pasajera, transitoria. Anyway...
En lo que respecta a mí y no a lo que pienso de las cosas, pues ahí les va. Sigo trabajando en Magenta (así se llama la empresa, mañana hablaré de ella), pero ayer llegué a un acuerdo con mi jefe/hermano: sólo voy a trabajar hasta mediodía para poder dedicarme el resto del día a escribir y leer. Como Miguel tiene mucha fe en mí y realmente cree que voy a llegar a ser escritora, pues no le molesta cederme tiempo para trabajar (porque esto también es trabajo... con "esto" me refiero a escribir en general, no en el blog, esto esto es diversión y esparcimiento jaj) en lo que algún día espero me dé de comer.

En otras cuestiones, este fin de semana nos fuimos a Vallartuqui la japi fámili a celebrarts el aniversario de bodas de mis papps. Y estuvo a gusto. Siempre que vamos es pasarnosla de "gatos intelectuales", como a mí me gusta llamarle. Es decir, comemos, dormimos y leemos. Ah, y nos bañamos en la albercuqui. Ellos cumplieron 33 años y estábamos todos muy contentos. Mis hermanos y yo sentimos una gran gratitud hacia ellos, porque los tres recordamos ocasiones en que había mucha tensión y tal, pero ellos se mantuvieron al pie del cañón. Incluso lo admiten. Ellos mismos dicen que a veces voluntaria y gustosamente estaban juntos y otras no tanto, pero se mantenían juntos por sus chilpayatos. Ser su hija es una experiencia chidísima jaj. Es inefablemente chido. ... .

En lo que respecta a mis seres queridos, pues Migue ya volvió de Coyoacán, a donde fue a estudiar un curso al Colegio de México que se llamó México Contemporáneo 2008. Yo estoy contenta porque volvió. Al convivir con él me doy cuenta que no puedo cortar los lazos con él (al menos ahora) porque si nuestra relación (que oscila entre la amistad y el amor de pareja -no precisamente noviazgo. Nunca nos besuqueamos ni nada de eso-) muere, la parte de mí que moriría con ella sería muy grande y muy querida por mí. Y no quiero.
Y ahora, la graaan noticia: Manuelito (El hombre del ocio eterno) revive su amor por la chica. Claro está que yo no soy nadie pa' contarles la historia de amor de Manuel, pero el caso es que ama a una chica que voló un año y medio por el espacio sideral y ahora vuelve a solicitar espacio en el tiempo y el corazón de Manuelín. Y él está que se caga de emoción. Jaj, ese Manuelito es la mera onda, y me contó que le impactó tanto la intensidad de la noticia de la reaparición de la chica que duró dos o tres días durmiendo más de lo acostumbrando. Jaj, ¿se dan cuenta? ¡Lo desgastó emocional y físicamente la novedad! Sé que leerás esto, Manuelito, así que de paso te digo que si en gran medida estoy satisfecha con mi verano tepicense es por ti y nuestra tremendamente divertida y nutritiva amistad.

Y quién sabe por qué, pero me da la gana subir la foto de tres de mis amores frustrados. En orden cronológico: Manolo, que fue uno de mis novios "formalitos" (no más porque duré con él más que la media, o sea, como tres meses) en la secundaria, y a quien le rompí el corazón culerísimamente (no se me olvida cómo lloró cuando lo corté) (por cierto, en esta foto -chequen los emos asesinos de atrás- está con una de mis mejores amigas, Dulce, y es que ellos dos también fueron novios jaja, en la época en que yo estuve en España. No triunfó lo suyo tampoco); Logui, cuyo verdadero nombre es Rodrigo. Este chico es de España, lo conocí en la escuela a la que yo iba. Su madre es de Veracruz y su padre es español así que él es micha español, micha nopalero. Me pareció absolutamente guapíssimo cuando lo conocí y yo, como estaba bien idiota en aquel entonces, tenía pena de hablarle y nunca lo hice!!!! Está ahora estudiando cine en Barcelona y tengo entendido que sigue tan irreverente, inteligente, guapo, "pasota" (palabra españoleta pa' decir valemadrista) y brillante como cuando lo conocí. En la foto está con Layla, una chica que estuvo conmigo en algunas clases, súper enfadosa, mamona y engreída. Se creía Avril Lavigne (o sea, rockera-rosa y hermosa) en española. Me parece que están mordiendo un condón... Por último, está Wietse, un holandés que conocí en mi veranito en Francia cuando yo tenía 16 y él 26. Yo me trinqué (o sea, clavé) con ese güey, y él, a pesar de que yo también le gusté (a pesar de estar siempre terriblemente despeinada y gorda, como se aprecia en la foto) porque dijo que dizque yo era muy inteligente y teníamos una química perra, decidió dejar las cosas frías porque tenía morra. No obstante, hubo una noche chidíssima. Pasamos muchísimas horas juntos riéndonos y platicándonos. Fue increíble. Y no les voy a decir lo que pasó, porque tengo la obsesión de conservarlo únicamente en mi memoria (siempre que le platico a alguien sobre este "amor de verano" me reservo los detalles). Años después seguía conservando su mail y le escribí un mail, donde le anexé una foto mía. Dijo que estaba bien guapa, que había cambiado un chorro y que ya no tenía novia, además de que había empezado su propia empresa de no-sé-qué. Ash, ¿por qué los vuelos a Amsterdam no son baratos? ¡KLM, exijo que saquen más ofertas!

Los siguientes posts (que espero sean mañana y pasado) serán acerca de Paco, la teoría de la "confederación de las almas" y Magenta. Por cierto, ya rompí record en comentarios por post. Jaja, gracias, lectores-comentadores, sin ustedes no hubiera sido posible!! (Lagrimita)

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