jueves, 19 de noviembre de 2009

Tráfico citadino

A veces me gusta pensar que la gente que maneja todo rápido y estresada por las noches, no es porque vaya huyendo de sus empleos que odian, sino porque van que vuelan a los brazos de quien aman.

Así me parece un poco más justificable su nefastez.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Tu ingenuidad me conmueve pero a la vez me aterra...

saRa Mandarina dijo...

No, no es ingenuidad. Son ganas, a veces, de ser ingenua.

Aquiles Digo, antes Jordy dijo...

Debo decir que me encantó tu "pensamiento ingenuo". En cuatro líneas escribiste un cuento perfecto, nada pretensioso, con lenguaje ordinario pero sumamente lindo.

¿Ingenuidad? A mí no me aterra, al contrario, me gusta que no se pierda esa capacidad de imaginar historias aún en los lugares y momentos más insospechados.

Un saludo.

Anónimo dijo...

que bonito!!!!.... y a mi, me pasa...no es tan ingenuo creo... O bueno un poco, yo lo soy. y además me gusta. está padre.

Guillermo Jáuregui dijo...

qué cosa tan increíble Sarita, esta es la parte tuya que vuelvo sonrisas.

Todo mi cariño,y de verdad, estas cosas son las que me devuelven la luz