miércoles, 4 de noviembre de 2009

Ay, Cristo. ¿Por qué hay publicistas tan polémicos?

De seguro han de justificar su trabajo diciendo que son súper chingones (es más, ha de haber más de uno que se cree un genio) en ese escabroso terreno de atraer la atención de alguien para que consuma tu producto. En el fondo, yo lo sé, sólo son cachondos que tuvieron suerte. No me importa la filosofía de la empresa, le mente del consumidor posmoderno, la necesidad de sexo y la sensación de abandono en las grandes urbes contemporáneas, la creciente capacidad adquisitiva de los jóvenes en los países desarrollados... Nada, nada justifica que publicidad tan burda (relativamente. En cierto sentido -colorimetría, composición y modelos de las fotos- hay que admitir que es sofisticada) que lo deja todo en manos del sexo sea tan aclamada y solicitada.
Aquí, Calvin Klein. Nomás una probadita.




Nota para mí: hay que buscar o hacer un análisis sobre género y belleza basado en esta campaña publicitaria, que fue, por cierto, la de Primavera 2009.
Lo peor es que mis brassieres (qué fea palabra) preferidos son de esta marca.
¿Qué dirá esta publicidad de nuestra generación habiendo pasado muchas décadas?
Qué cagado que en The Fight Club también le tiren caca y se burlen de su ideología de plástico.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Demonios!No dejemos que la creatividad se vuelva un eslogan... así pronto la mataremos, si no es que ya

Andrés Manuel dijo...

hola sara, muy buena nota, nadamás quiero decirte que LA MAFIA nos robó la Presidencia, eso es todo, sigue así y espero que te unas a nuestra resistencia