lunes, 7 de septiembre de 2009

De cómo la ciencia no me sirve para nada en estos momentos

Está científicamente comprobado que tengo
un brazo más largo que el otro,
un ojo más grande,
los dientes de arriba alineados a la derecha,
una enfermedad intestinal incurable,
un problema crónico en la garganta.

Yo sospecho, con base en pruebas, que soy
terriblemente despistada, sobretodo en ubicación espacial
bastante mediocre
solitaria con complejo de fiestera (o lo que es igual)
sociable con complejo de sociópata
hipocondriaca.

¿Por qué, si las sospechas son más fuertes que nunca, la ciencia no puede comprobarme que tu ausencia es la razón de que
mi visión empeore y las tonalidades se hagan grises;
mis defensas bajen y esté más enfermiza que nunca;
mi cerebro se despiste y me pierda por la ciudad con más frecuencia;
mi sentido del humor decaiga y mi producción de risa se atrofie?

4 comentarios:

Micro dijo...

tiene que ver tu baja resistencia al alcohol que desembocó en que fueras dormida de regreso?

Unknown dijo...

Me encantó este asunto.
Besos lésbi-curativos en las chichis (meh)

sarahidalgop dijo...

las etiquetas son de lo mejor:
MENONITAS

deberías agregarlo a sinónimo del amor en tu diccionario

Nemo Vásquez dijo...

este debería de ser un gar-gajo: por lo del problema crónico en la garganta.