lunes, 18 de mayo de 2009

Voy a acudir a mi evento favorito/ Me entra la inseguridad con mi novio lejos

Me levanto con tarea que hacer. Un final. (Acá entre nos, pinches finales.)
Pero en lo profundo de mi ser, grito que NO ME IMPORTA QUE SE VAYAN AL CARAJO CON SUS PINCHES TRABAJOS FINALES A MI NI ME IMPORTA HACERLOS NO ME QUIERO DEDICAR A ESO ESTOY HARTA ME GUSTARIA HACER OTRAS COSAS ME GUSTARIA NOMAS HACERLO Y QUE NADA MAS IMPORTE SIN QUE ESTE BIEN NI MAL NOMAS HACERLO AUNQUE EN REALIDAD NO QUIERO HACER ¡nada, nada!
He estado procrastinando toda la mañana. Lo más delicioso es que no me pesa, ni me siento culpable ni nada de nada.
Estoy escuchando Tom Waits y muy constantemente me estoy acordando del novio que, otra vez, se ha ido.
Se fue y de repente me entran ganas de decirle al mundo: ¿Ah, sí? ¿Me quitas al novio? Pues, ¿sabes qué? A que ya no me peino, ni me baño, ni me quito la piyama, ni soy amable con la gente y finjo risitas, ni me levanto temprano. A que me hago mala inquilina y pésima vecina, amiga mediocre y hermana indeseable, hija atormentadora, alumna insoportable.
Pero luego vuelvo en mí y digo: no manches wey, cálmate. Ni que qué.
Y mientras me tranquilizo, la voz (ésa histérica, insoportable, que más frecuentemente de lo deseado se vuelve loca y empieza a gritar con su voz chillona) de la inseguridad repite, terca, desde los abismos míos: ¿y si te cambia rápido por otra?
Y la Sara floja, la mediocre, la pusilánime, la débil, la resignada responde, con voz tranquilita de niña regañada (me gustan las palabras que llevan Ñ): pues ni modo.
Y hoy está nublado. Siempre me entra una comodidad espiritual cuando está nublado. Creo yo que las cosas van mejor, charchan bien, cuando el cielo está lleno de nubes gordas de agua.
Y en un ratito más, sin haber hecho (casi) tarea, me tengo que ir a la escuela (chingado, ya estoy en la universidad. Cómo coño llegué aquí?), bañadita, cambiadita. Hoy me voy a poner algo que no me combine. Y segurito que me pongo los converse.
Me subo al carro que está en la reserva de gasolina y, sin intenciones de ponerle más, me dirijo a la escuela, escuchando a los beatles. Me reconforta saber que me van a estar esperando mis mejores amigos en la cafetería del arrupe, mi cafetería preferida.
No está tan mal. Se va el novio y reingresan los amigos, que tan abandonaditos los tengo. Aunque ellos no me dan esa sensación de "no todo está tan mal" que sí me da el novio. O quizás no todo está tan mal y a mí nomás porque sí me gusta estar con el novio. O a lo mejor voy confesando que estoy melancólica, y así, en este estado, le voy a dar la cara a la vida, mi evento favorito, el inevitable, el omnipresente, el interminable. Un poquito "chale-que-mala-pata" porque lo extraño (hombre, es natural, hay muchas cosas que extrañar de él) y un poquito "bueno-el-mundo-no-se-acaba" por todo lo que me queda de vivir, me enfrento a la vida el día de hoy. Pero claro, si por mí fuera, aquí estaría él.

3 comentarios:

Zabioloco dijo...

Wow, cuantas ganas de faltarle al respeto a un silencio...

Pues creo que Lennon se equivocó y All you Need... Friendship
(pero bueno ni modo decir que tambien Freud se equivoca)
Pero de hecho hoy leí un artículo sobre Einstein acerca de las crisis,estaba pegado en el periódico mural de una compañia de seguros, decía que esos momentos catárticos se vuelven "pura" energía creativa , ( y no en clásicos entre comillas gachos).

Bueno ánimo, como diría Fito Páez , es sólo una cuestión de actitud... Y ofrezco mi servicios para establecer una conversación sana, totalmente neutral y ardilla ya que fuí botado recientemente... Saludos Citrus.

Anónimo dijo...

Hola saraaaaa... buu yo tmpoko tengo novioo me va a dejar por una gran doctoraaa... ya vi tu nuevooo lookkk se te ve bien bonito, muy a tu estilooo .... zazzzz cuidate cuñis jaja besitos

monze

Cheshvan dijo...

El noviazgo vale verga... jajaja. (risa nerviosa). Ya no brillará mi aura, me ha dejado.

"procrastinando" pinche intelectual.