sábado, 27 de septiembre de 2008

"Te quiero tanto que ya no puedo más" o "chismes de barrio"

El título de mi post es ése porque resultaaaa que los vecinos de justo al laditititito de mi habitación son como roqueros... Bueno, llego a esta conclusión porque tienen una van como de esas que usaban los hippies en los sesenta pero más grande y menos hippie con un montón de calcamonías de cosas como "sé rebelde", "fuma mota", "sonríe" y mamadas diversas. Además, todos los sábados, indefectiblemente (=D), ponen música que raya entre lo agradable (por ejemplo, justo ahorita pusieron Caifanes) y lo insoportable (como cumbias reggeatoneras -no sabía que existían, por eso no odio tanto a mis vecinos, me ayudan a descubrir el mundo y ellos ni lo saben). Cuando empecé a escribir esta notita tenían la de Te quiero tanto (¿así se llama?) de no sé qué grupo popero noventero fresita mamón mexicano. Bueno, la cosa es que ponen música como durante cinco horas (y que se joda la vecina intelectualoide de al lado que tiene que leer un chingo de cosas diversas y además tratar de concentrarse en escribir "literatura" tragable) para hacer un acompañamiento de las rolas con tamborcitos.
En otros mitotes de barrio (o edificio, en mi caso) les cuento que vino a darme una visita la vecina top machín detector de metal. Es decir, la mera mera. Y que me cobra. Dizque una cuota de 150 al mes de la que el casero ni me había hablado. Y que me dice, sutilmente, que el que me renta el depa es irresponsable (y yo simplemente comprobé la sospecha) porque no ha pagado esa mentada cuota desde la época de los cristeros (o sea, desde antes que yo viviera aquí). Me costaba mucho trabajo seguirle el hilo porque en vez de concentrarme en lo que me decía me agarró la afición por observarla y tratar de analizarla. Cristo Redentor, tengo complejo de psicóloga (aunque no es novedad, ya lo sabía).

En otros temas, aquí les va una crónica de ayer, de mi viaje hacia casa de Duende.
Me subí al chamion (R646) e iba tranquilamente valiendo pito en la sección trasera del camión, comiéndome la manzana más buena de estos últimos tiempos, cuando de repente (y de la nada) se para el camión. No le tomo importancia hasta que, cual salida de mercado pueblerino, oigo la voz del camionero: "Dos tostadas de ceviche con mucha catsup". ¡¿Qué coño?! pienso yo y me pongo ansiosa a observar lo que pasa. Resulta que en una esquina cualquiera de esta conflictiva ciudad se detiene, tranquilamente, nuestro relajado conductor a pedirse sus sagrados alimentos del día. Detrás de nosotros, por supuesto, estaba volviéndose loca la chusma conductora de la metrópoli. Claxonmentadas por doquier y gritos al estilo de "Pendejo", "Muévete, animal", "¿Quién te crees, pedazo de mierda?" Yo, un poco paniqueada y sentada sobre mi asiento como si me hubieran pegado el coxis y la espalda con cola loca, tenía los ojos desorbitados. Eventualmente, el camionero ya con veviche en mano, la marcha se reanudó. Al llegar a Patria y Vallarta la idiota fui yo porque agarré el 632 en dirección contraria. Gracias. Afortunadamente tuve la fortaleza moral de tragarme mi orgullo como a las dos cuadras y decirle al chofer con voz de niña cagada en los calzones: Oiga, vamos en dirección contraria a Naciones Unidas, ¿verdad? Y que me responde: Uuuuhhhh, sí, m'hija, bájese aquí y ahí en la esquina agarre el mismo. Quería pedirle mis cinco pesitos pero me dio harta pena.

Bueno, basta de idioteces. Aquí, una propuesta para hacer de este mierdamaravilloso país un poquito menos mierda y un poquito más maravilloso. No fumemos mota. Si el narco está tan "bien parado" en nuestro entorno es porque ofrecen algo altamente demandado. Si la demanda se reduce, su poder también. Si su poder se reduce, quizá todos seamos felices y tengamos empleos de ocho horas bien pagados. Jajajajaj, me la mamé. No, pero neta, si dejamos de consumir drogas a nivel masivo, quizá aportemos un granito de arena. Ash, la verdá' es que no sé si es demasiado buena idea, pero no sé qué coño hacer para sentir que aporto algo en esta puñetera realidad cada vez más decadente. Ayer iba caminando por una calle cualquiera y quería cruzar de una esquina a otra. Volteé atrás y venía una Lobo no tan lejos pero no tan cerca y en vez de aventarme (¿sabían que el verbo aventarse viene de tirarse al viento, hacerse viento? Aventarse, a-ventarse, a-vientarse. Qué cool) como normalmente hubiera hecho (antier me estaban atropellando culerisísisisismamente en López Mateos. Soy pésima peatona), preferí quedarme bien paradita en la esquina porque mi lógica funcionó así: Es una Lobo= es un narco= me le voy a meter en su camino (literalmente)= me va a matar. Está muy peliaguda la situación, con todo el miedo social que se está engendrando en nuestros corazones televiseros.

Ay, me gusta Mecano. Gracias, vecinos, por ponerlos.

Y, por último, les comento que me voy a ir "de compras". El asunto es que SÓLO tengo UN pantalón de mezclilla y como no siempre ando depilada y, naturalmente, no siempre está limpio ese glorioso y mega comodísimo pantalón, pues resulta que hay días que en la mañana, mientras me arreglo, me quedo perpleja frente a mi armario pensando "¿y 'ora qué?". Entonces (¡qué emoción!) me voy a ir a buscar un pantalón bien chubidubis (aunque de antemano no creo que supere al único que tengo) a La Gran Plaza Fashion Mall. Dios, me siento fashion sólo de pronunciarlo.

4 comentarios:

mitch dijo...

jaja! me alegraste la tarde! bueno... me alegraste los 7 minutos que tardé en leer el post. Y el grupo se llama la Onda Vaselina y eran la onda porque todos nos queríamos tanto tanto. Y descuida los atropellamientos. Sácate dieces y te rolamos el chincuechento.

Martha de la Rosa dijo...

oh! si es cierto, todos nos queriamos tanto tanto tanto, cada dia un poco mas lalala...jaja. El pobre novio que tenía en esa época se la pasaba llevandomela de serenata(en su mega vocho con sonido fresón) hasta que termine yo cantandole: me hartas tanto tanto tanto tanto tanto, cada dia un poco mas lalala.
perrilla fijate por donde caminas en lo que te llega tu "chincuechento"
Oye, hoy fuimos a la playa y sofí se metio encueradilla a la alberca, aparte de que se veia hermosa con sus nalgitas al aire mientras flotaba como sirena, se la paso genial, estaba taaaaaaaaaan feliz mi hermosa hija, practicamente nadaba sola... sirena como su madre, jiji. Y en la arena de volvio loca, gritaba y se carcajeaba y queria correr hacia el mar. De veras que los hijos son maravillosos, nos brindan la gran oportunidad de redescubir el mundo!!!!
TE QUIERO.
Besitos...

Anónimo dijo...

jajaj que maravillosa resulta ser la imaginación cuando de algo tan ordinario lo convertimos en algo excepcional.

Con lo que respecta al narco, creo que en gran parte (no en todos)existe una dependencia hacia la droga, lo que hace aún más complejo que la solución que planteas se de. Pero no te desanimes, es sólo un comentario jaj.
Sigue escribiendo, nunca lo dejes de hacer.
Te abraza, de lejos de cerca, Migue.

Anónimo dijo...

Estimada mandarina, difiero en referencia a tu propuesta sobre dejar de consumir drogas, pues como comenta una amiga experta en la materia, el problema radica en el sistema corrupto y doble moralino. Tanto del estado (léase policías, políticos, sindicatos) como la sociedad (léase me quejo de la corrupción pero doy mordida cuando me para la chota) son en su manera de comportarse la raíz de todo el problema, no el consumo de drogas.

En otras palabras: más allá de dejar de drogarse creo es más importante fomentar una cultura en la que todos los mexicanos nos cuidemos como mexicanos, por que ahí radica el problema, cada quien jala para su lado, y si bien los que más pueden hacer son los ricos con sus empresas multimillonarias (léase Slim, que muchas gracias por llevarse su riqueza al banco de otro país para evadir impuestos y así aportar menos a México), pues ni modo, empecemos desde abajo, ya sea diciendo no a las mordidas, fumando donde se debe, no conduciendo en el más ligero estado de ebriedad, no tirando basura en la calle o diciéndole a los chóferes camioneros que se creen dueños de la calle y se paran a comprar ceviche: “oiga no sea grosero, haga su trabajo bien“ o lo que sea que se diga.

Y así esos pequeños actos generaran un karma común que a la larga evitara grandes tragedias.

Gracias.

Atte: tu canino favorito.