jueves, 28 de enero de 2010

No podemos no ser mediocres.

Bueno. Voy corrigiendo de una vez el texto. Prontito, que apenas comienzo. "No podemos no ser mediocres" no es preciso. Lo correcto hubiera sido nombrar este intento de ensayo así: "No puedo no ser mediocre". Y no me da pena. No puedo no ser mediocre. No en esta vida. No con esta energía. A ver. Tal vez se preguntan qué carajo estoy tratando de decir. Ahí va.

El mundo es tan vasto y tan ajeno que es inagotable. ¿Por qué vasto? Porque nunca termina, porque en cualquier rincón hay cosas nuevas, diferentes, asombrosas. ¿Por qué ajeno? Porque no es mío, no lo he apropiado: no lo he hecho propio. Entonces, siempre es otro, siempre es no mío, siempre está un poquito lejos. No nací sabiendo al mundo y lo que en él se encuentra, sino que me encuentro (como todos) descubriéndolo a diario.

Y pienso. Pienso en todo lo que no sé, en lo que me gustaría saber, en lo que me imagino que es y que también imagino que tal vez no sea como yo me imagino. Y no acabo. Todo está por ser aprendido.

Pero hay tantas cosas qué hacer (y tantas cosas que hay para no hacerlas sino sólo vivirlas, de forma más o menos pasivas, como platicar, o mirar la calle, o conducir sin rumbo, o escuchar música -en lenguas que no entiendes) que no queda tiempo para investigar (en Internet) todo lo que no sabes. Y tampoco queda tiempo para vivir todo lo que no sabes.

Por eso yo soy del bando de las mediocres. ¿Cómo no serlo en un mundo que no me permite darme a basto? Sólo puedo consolarme pensando que este mundo es excesivo (excesivamente hermoso, excesivamente raro, excesivamente excitante) y yo soy pequeña y limitada. Y no me queda más que conformarme, y vivir lo poquito que tengo. No me queda más que cuestionar todo, todo el tiempo.

Y ahora que lo pienso... ¿es que realmente no hay tiempo para vivir lo que desconoces?

2 comentarios:

Micro dijo...

te lees fadanelisca con este artículo.

Zabioloco dijo...

ser mediocres?

el otro día leía a un escritor; que decía que vivíamos en la época en la que todos deseabamos ser rockstars, movie stars y/o millonarios... En él hablaba de que entonces todos somos infelices, o bien todos somos mediocres.

Yo no creo que seas mediocre
ni tampoco que seas tan chiquita
saludos Citrus