sábado, 2 de enero de 2010

Hey

De repente siento que me he quedado sin nada qué decir.
Contra mi voluntad.

¿No les ha pasado?

No les deseo un feliz año porque es trillado y porque no estoy de acuerdo enteramente con la frase. Pedirle al año que sea feliz es liberarse de toda responsabilidad por ello, es asumir una pasividad frente a la vida, a los acontecimientos, a la gente. Les deseo que luchen por ser mejores y porque aprendan a vivir y disfrutar los buenos y malos y peores momentos que van llegando y se van yendo.

Al parecer no me había quedado completamente sin nada qué decir. Qué se le va a hacer.

1 comentario:

Micro dijo...

Mija, usté siempre tendrá algo que decir.

Y si alguna vez es lo contrario es porque el silencio dirá mucho más que algunos soplos.

Saludos desde acapulco. Me agradan tus deseos. Trataré de reproducirlos.


En eso ando.