domingo, 5 de octubre de 2008

Maldito aquel que venga y me arrebate este momento de tristeza

Otra vez estoy triste.
Ya extrañaba mi tristeza.
Es tan
t r a n q u i l a
pausada.
Me da tiempo hasta de llorar.

Me pongo triste y me alejo de todo.
De todos.
Que si me rompieron el corazón
que si soy tonta
o vaga
o fea
o gorda
o indisciplinada
nada importa.
Porque simplemente soy yo. Triste.

Veo el pasado y me da un poquito de miedo.
No tanto lo que he hecho sino lo que sé que soy capaz de hacer.
Pero me perdono. Y me aplaudo.

Igual que hay miles de razones para estar feliz
las hay para estar triste.

Esta nota termina. No fue un poema. No fue una declaración de principios
ni el aparente reflejo de un estado premenstrual. No se aceptan reproches.
Ni abrazos
ni palabras de lástima o empatía
porque hoy
estoy
triste
y nada me importa mucho.

(Y cuando deje de estar triste, voy a llorar.)

6 comentarios:

Micro dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Unknown dijo...

yo no creo en la felicidad como estado permanente del ser humano, me resulta más natural aceptar a la tristeza que, en cierto punto, vuelve más reflexiva y creativa a la persona que lo experimenta.

provecho

Anónimo dijo...

Gracias por compartir. La escritura es el afán por difundir o extender la individualidad.

Tu panzón.

David dijo...

Celebremos pues, la melancolía y la tristeza, pequeñas ráfagas de esa luz que al final del túnel de la vida nos espera. En los albores de la muerte, en nuestras mentes suicidas, por naturaleza artificial, encontraremos la lejanía, la ausencia, el desamor. Al final, nada. Sólo un vestigio de nosotros que se cuela en la brisa de una tarde veraniega.

Anónimo dijo...

"bonjour tristesse"
F.Sagan

Br3n dijo...

shhhhhhh (solo, silencio) respeto tu tristeza