viernes, 21 de mayo de 2010

Snif

A veces me gusta la estela que alguna gente deja al pasar. No me gusta, sin embargo, cuando veo a lo lejos una chica muy guapa que cuando me pasa de largo deja un olor dulce y agradable. Me parece trillado y la vida real no tiene lugar para clichés. Qué aburrido. Me parece real y por tanto me gusta cuando encuentro en la calle a un hombre que camina deprisa y una vez que nos hemos cruzado aspiro su olor, mezcla de colonia y sudor. Me fijo mucho en el olor de la gente, pero esto no quiere decir que me gusta que huelan bien. Simplemente me gusta que huelan. Cuando estoy con alguien que no huele a nada, me parece que no tiene alma. Me espanta pensar que yo no huelo a nada. Me lo han dicho, pero me rehúso a creerlo. Cuando estoy lejos de alguien por algún tiempo, una de las cosas que más extraño es su olor. Como ahora, por ejemplo, extraño el olor de mis más queridos. Demasiados olores me hacen falta.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Sigue el tema, lee EL PERFUME.
El olor de las personas es como la sombra, nos hace individuos y su ausencia causa miedo.

Firu dijo...

Es cierto que yo tengo mucha escencia!? Tu tienes un olor bien raro! jajaja

diana dijo...

Hacía mucho que no pasaba por aquí. Yo me uno a ésas que piensan que alguien sin olor carece de alma. Tengo un amigo que me llama la niña olores, pq dice que huelo a muchas cosas buenas. ¿Será eso porque tengo muchas almas? ;-)

Un abrazo, guapa