martes, 31 de marzo de 2009

Falacias a la vuelta de la esquina

Elvis Presley ni estaba tan guapo.

Un poquito de Magnolia, la nueva:

Otra vez con el aliento apestando a tabaco. Quizá sea la manera más efectiva que tiene de saber que está viva. En la mañana es la primera sensación, en las fiestas es el indicador de diversión, en los ratos libre es el recordatorio de su cansancio crónico de causas desconocidas. Alguna vez le cruzó por el pensamiento la idea de que quizás ella era como esos pendejitos que veía en la tele y en las revistas que decían estar tan deprimidos que lo único que los hacía sentir vivos era cortarse la piel. “Quizás lo que te recuerda que estás viva es que todavía puedes inhalar un cachito de muerte”. Desechó rápido el pensamiento. Lo encontró demasiado patético. Excesivamente intolerable.

1 comentario:

Alan dijo...

Bueno no comparto tu expresión de que Elvis no estaba tan guapo.
Carajo! Papasote!