Aristóteles creía que la finalidad última de todo conocimiento y actividad era la búsqueda de algún bien.
¿Cómo no va a ser infeliz la mayoría, que trabaja para fines absurdos?
Todos deberíamos ser filósofos y artistas. Es que nacemos siéndolo, en realidad. Son los demás los que nos joden, quienes fueron a su vez jodidos por sus otros y esos otros por unas estructuras que parecen querer rebasarnos.
Que los niños pregunten y jueguen y pinten y manchen y experimenten. Así, nunca tendríamos que crecer. Así, estoy convencida (¿estoy convencida?), el mundo sería mejor.
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2 comentarios:
Que afán !
Solo se jode el que se deja joder!
Resilencia es la respuesta.
Viva la Merca morraaaaaaaaaaaa!jajaja enfadoso!
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