miércoles, 10 de octubre de 2012

Ahora caigo en cuenta

Esta semana, que empezó el domingo 7, caí apenas en la cuenta de que la razón por la que todas mis relaciones amorosas (3) han fracasado, es porque he sido la mama de mis novios.

Esto no se limita a cuidarlos, mimarlos y tenerles paciencia. Incluye también extrañezas como considerarlos, a cada uno en su momento, los hombres mas guapos del mundo. O pensar que la vida no les hace justicia a sus talentos, su sensibilidad e inteligencia. Entonces yo les daba lo que creía que merecían, que siempre fue, evidentemente, demasiado. Y digo evidentemente porque, pues bueno, todas han fracasado.

El ultimo rasgo de esta maternidad insensata es el de perdonarles todo: sus egoísmos, irresponsabilidades y patanadas, todas, eran un cero a la izquierda comparadas con la luz que mis ojos percibían en ellos.

Ay, Dios.

Lo único que puedo decir es que afortunadamente caí en la cuenta de esto a los 24 anios y todavía me resta mucho por vivir. Aunque, confieso, esa mama que vive en lo hondo de mi corazón, todavía quiere a cada uno de esos tres de un modo especialísimo. Ex novios: que la vida les sonría y les vaya fantástico en todo. Se despide de ustedes quien nunca volverá a ser su falsa progenitora. O peor: una mala sustitución de ella.