martes, 25 de enero de 2011

La Escafandra Reinicia

¡¡¡Mañana a las 2pm hora de Guadalajara!!!
Pásenle a escucharnos digredir sobre lengua y literatura a Gabriel Barrón y su fiel servilleta.
www.itopica.iteso.mx

Tema de mañana: Los comienzos.

Olé.

sábado, 8 de enero de 2011

Los himnos de los '90. Parte 2.

(Todos los años, por estas fechas, a mi madre le entra la desesperada necesidad de limpiar la casa, tirar la basura que hemos acumulado y comenzar el año más livianos, depurados. Buscando entre mis cajones la porquería destinada al cesto, me topé con el diario que llevaba hace cinco años, cuando vivía en España y era una adolescentita buena onda y confundida, como todos. Lo releí, por supuesto. Me sorprendió encontrarme con apuntes sobre El segundo sexo y Del tener al ser. Me cuesta trabajo creer que a los dieciséis años yo leía a Beauvoir y a Fromm. También me topé con un apunte donde digo que mi madre me compartió una inquietud: que yo me casaría con un hombre mucho mayor que yo. Es curioso, porque me lo acaba de repetir hace más o menos un mes.

Otra de las cosas que encontré fue una torre de revistas "Tú", que compré alrededor del 2003. Es decir, a los catorce, quince años. Todos los artículos versan sobre técnicas para conseguir novio, trucos para ser más bonita, consejos para tener más amigos y ropa y ropa y más ropa para que estés guapísima y todos sepan lo auténtica que eres y el buen gusto que tienes. Ahora pienso que esas revistas echaron a perder la poca seguridad propia que tenía por aquellos días. ¿Cómo carajo, dios mío, conseguí que mis padres me compraran esa bazofia? Supongo que la perseverancia derivada de mi insistente impulso autodestructivo lograba hazañas como esas.

En la secundaria y preparatoria era, entonces, una extraña mezcla entre compradora de revistas idiotas y lectora de importantes filósofos. Vaya.

En fin, feliz año nuevo.)

En esta entrada y después de mucho tiempo -por el que me disculpo- retomo el tema de los himnos de la última década del siglo XX: los bienamados noventa.

Ahora le toca el turno a otra canción icónica, pero que toma un rumbo muy distinto de la pieza que encabeza esta antología, You Oughta Know de Alanis Morissette. Me refiero a la legendaria Creep, de los también inmortales Radiohead.

Creep vio la luz en 1992, pero parece ser que no tuvo tanto éxito como al año siguiente, cuando fue relanzada con el disco (¿o debería decir cassette?) Pablo Honey y se fue, en las listas de popularidad, hasta el cielo. Desgraciadamente para la banda, la canción fue la protagonista del disco, eclipsando el resto de los tracks incluidos. Esto explica por qué el grupo ya no quiere interpretarla en ninguna de sus presentaciones: supongo que deben estar hartos de ser identificados única o mayoritariamente con esta canción, que además de todo es de lo más patética.

La canción es una declaración de autodesprecio y una alabanza platónica a una persona extraordinariamente hermosa, sublime, etérea. Bah. Lo mismo de siempre, ya nos sabemos todos el cuento. "Soy lo peor del mundo, gracias por existir porque aunque me restriegues lo miserable que soy, puedo al menos tener un modelo que me ayude a mantener mi autoestima por el suelo". Romanticismo, emo, depresión, distorsiones del amor (o del odio) propio, infatuaciones, juventud idealista, y un montón de categorías parecidas.

La canción ha sido interpretada por muchas otras bandas de rock y por gentecilla aficionada a Radiohead: Korn, The Pretenders, Scala & Kolacny Brothers, y un montón de anónimos cuyos videos están en YouTube. Pero ha sido, sobretodo, escuchada por millones. Y lo peor de todo es que estos millones (o la mayoría de ellos, de nosotros) se ha sentido, siempre o alguna vez, identificado con sus letras. ¿Porque quién no se ha sentido como una verdadera mierda en cierto momento? ¿Quién no se ha enamorado de alguien inalcanzable, divino?

Pero quienes verdaderamente la han hecho un estandarte han sido los adolescentes de cada generación (¡oh, la adolescencia, la terrible falta del sentido y la seguridad propia!) y, bueno, los deprimidos de cualquier edad (y cualquier razón) que se aferran a ella para seguir llorando, para continuar autocompadeciéndose y jactándose de su fatalidad.

Y es que, bien visto, el tal Thom Yorke parece un tipo bastante triste.

En lo personal prefiero High and Dry, o Fake Plastic Trees. Deprimentosas, también, pero que les perdono por algún detalle. Ejemplo: Fake Plastic Trees termina con la frase "If I could be who you wanted all the time", que me parece que puede ser una puerta por donde meterse a reflexionar sobre un tema verdaderamente sobrecogedor, como las expectativas.

Les dejo un video con la canción. Enjoy.